Una chica que iba para letras y acabó montando 'Cultura Biotec': Elena F. Guiral se confiesa

Por F.guiral - S.pérez

Elena F. Guiral

He copiado literalmente el título de este artículo del tweet que dedicó Divulgadores.es a la historia que quise compartir con otros compañeros sobre cómo y por qué me dedico a la divulgación científica, y especialmente biotecnológica. Lo hago porque define perfectamente el espíritu de mi artículo. La palabra confesión me gusta porque contar de forma personal mi historia de amor con el periodismo de divulgación supone dejar asomar un trocito de mi pasado, y ciertamente de mi yo más íntimo. El término “acabó montando” también me encanta porque encaja al 100% con el espíritu emprendedor de las Cultura Biotec.

El arte de twittear no debería tomarse de modo frívolo, ya hablaremos de ello con calma más adelante… Así que en primer lugar quería decir a  los chicos de Divulgador.es que ¡enhorabuena! por haberme definido de forma tan certera en 140 caracteres. Y en segundo lugar ¡Gracias! Gracias por haber contado conmigo para compartir cartel con lo más granado del panorama divulgativo actual. Y lo que aún está por llegar… porque esta inicitiva sigue sumando testimonios día a día.

El objetivo de Divulgador.es es tan simple como brillante: dar un espacio para que los que nos dediquemos a esto contemos quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos… De este modo, además de montarse una tertulia digital, se anima a otros divulgadores a que se sumen a esta iniciativa y a compartir retos, dificultades y objetivos.  

El origen de esta idea hay que situarlo en Not exactly Rocket Science, el blog de Ed Young, un divulgador científico británico que ha colaborado con medios tan prestigiosos como New Scientist, The Times y The Guardian. Young solía recibir con cierta frecuencia mails de personas interesadas en dedicarse a la divulgación científica en busca de pistas y consejos. Entonces se dio cuenta de que “sería mucho más ilustrativo para un novato ver una variedad de historias en lugar de una sola”. De este modo decidió “pedir a los divulgadores de ciencia de todo el mundo que hagan lo que mejor saben hacer-contar una historia-acerca de lo que mejor saben hacer-ser ellos mismos. Este post será un hilo permanente que espero actúe como un recurso permanente para que los divulgadores del mañana puedan inspirarse”.

La versión española Divulgador.es ha customizado este proyecto en formato web con un diseño tan bonito como periodístico y además ha añadido una interesante encuesta en la que merece la pena detenerse un momento.  En ella se pregunta a los autores si nuestra formación básica es científica o periodística. Y cuál de las dos es más útil a la hora de dedicarse a la divulgación científica.

A la primera pregunta,  a día de hoy, 25 de abril, el 64% de los participantes han respondido que vienen del mundo de las ciencias y el 34% que es mi caso, del periodístico.  Esta proporción resulta lógica en cierto modo ya que por un lado la curiosidad científica no se motiva de modo especial en las Facultades de Ciencias de la Información. Por otro, la pasión por comunicar es transversal y universal, y puede germinar en cualquier investigador de cualquier disciplina en cualquier momento.

Sin embargo, la mayoría de los encuestados, un 70%, estamos de acuerdo en que tus orígenes académicos no condicionan que seas peor o mejor divulgador. Si bien una sólida formación científica te facilita mucho la vida a la hora de escribir sobre temas técnicamente complejos, también es cierto que los periodistas tenemos un olfato especial para rastrear temas de interés y la capacidad de hacerlos amenos y comprensibles para todos.  En resumen, que lo que te convierte en un buen divulgador es una certera combinación de curiosidad, talento y sobre todo voluntad.

No querría acabar sin citar a los creadores de Divulgador.es: Alex Fernández-Muerza. Oscar Menéndez, Pampa García Molina y José Antonio Peñas Artero. Tuve la oportunidad de conocer a los tres últimos en una edición del Beer For Science Forum. Traducido en  lenguaje coloquial, un encuentro entre divulgadores científicos para charlar y tomar unas cañas.  Todos ellos me recibieron, cerveza en mano,  con los brazos abiertos y muchas cosas interesantes que contarme, así que confío en que nuestros caminos pronto vuelvan a cruzarse.