Profesionales de la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Maxilofacial del Hospital Regional de Málaga han intervenido quirúrgicamente a un paciente con una enfermedad rara de origen genético, que produce una grave malformación facial caracterizada por un desarrollo deficiente y anormal de los dientes, y falta de materia ósea en el maxilar. Gracias a esta cirugía, se va a poder implantar una prótesis dental definitiva al paciente, que le va a permitir la ingesta de alimentos sólidos, de forma adecuada.
La ausencia de la mayor parte de la dentadura, la presencia de piezas pequeñas y frágiles en las existentes y el progresivo deterioro de las mismas, estaba provocando graves problemas en la ingesta de alimentos sólidos, de forma adecuada, durante toda su vida, en un paciente de 25 años que ha sido intervenido de forma satisfactoria por los cirujanos maxilofaciales del centro sanitario. Además, esta situación se agravaba debido a la falta de hueso en el maxilar que impedía la colocación de una prótesis dental adecuada y definitiva.
La operación se ha llevado a cabo en la modalidad de Cirugía Mayor Ambulatoria y en el mismo día el paciente pudo volver a su domicilio, manteniendo el protocolo de seguimiento telefónico por parte de Enfermería a las 24 horas del alta hospitalaria, para valorar su evolución.
El tratamiento quirúrgico ha consistido en la fijación de dos implantes permanentes de gran tamaño - de unos 45 milímetros de longitud y 4 milímetros de diámetro- que se anclan en los huesos que forman el pómulo, llamados huesos cigomáticos.
A través de la cavidad oral, y sin dejar cicatrices externas visibles, se han realizado incisiones en la capa interna del maxilar hasta llegar al hueso cigomático. Esta novedosa técnica posibilita una más rápida recuperación del paciente y disminuye el riesgo de complicaciones postoperatorias; evitando así una cirugía más agresiva, con mayor riesgo de complicaciones, y la necesidad de realizar dos intervenciones quirúrgicas para reconstruir el maxilar superior.
La cirugía se ha completado con otros dos implantes de menor tamaño que se han alojado en la zona anterior del maxilar, haciendo posible que el paciente pueda utilizar una prótesis dental definitiva y fija en el maxilar superior, permitiéndole la ingesta de alimentos sólidos y mejorando de forma importante desde el punto de vista funcional como estético.
Los implantes se han adaptado de forma satisfactoria al tejido óseo del paciente y su recuperación postoperatoria ha sido favorable.
La complejidad de este tipo de intervenciones radica en la colocación de los implantes a ambos lados de la cara, próximos a las órbitas oculares, donde el hueso es muy fino, dificultad que se suma al hecho de que los pacientes con esta patología tienen también poca materia ósea en los pómulos, donde se debe realizar el anclaje de los implantes.
Por lo general, los implantes transcigomáticos –llamados así porque atraviesan el hueso del mismo nombre- están indicados en pacientes con un maxilar superior atrófico en el que no se pueden realizar injertos óseos o estos han fracasado, o que no tienen hueso suficiente en esta zona para la colocación de una prótesis dental.
Esta es la primera vez que en el centro hospitalario malagueño se realiza una intervención de estas características a una persona con esta malformación de origen genético, denominada hipoplasia ectodérmica, que afecta a 4 de cada 100.000 personas y puede presentar otros síntomas como ausencia de cabello y anomalías en la piel.
La intervención quirúrgica en el caso referido responde a las directrices del Plan de Atención a Personas Afectadas por Enfermedades Raras (2008 – 2010) de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, con la utilización de los recursos sanitarios destinados a paliar los efectos que producen este grupo de patologías.