Una de chinos.

Publicado el 07 mayo 2020 por Adol3

Ahora con la pandemia, todo el mundo habla de los chinos como una cosa mala, ¿pero qué hubiera sido sin los chinos en nuesta juventud?
Todos recordamos los tiempos de los 16bits con añoranza, como una época de descubrimientos en lo que a los videojuegos se refiere. Atrás quedaban las obsoletas máquinas de 8bits y pasábamos a ser los dueños de nuestro salón recreativo en casa, o al menos eso es lo que nuestras mentes nos trataban de inculcar.
Era una época donde los mencionados salones de "maquinas" todavía eran rentables y las pocas monedas que conseguíamos sacar a nuestros padres, o eran para ahorrar con un fin mágico, o si no había paciencia se iban por la "raja" del mueble.
Éramos tan jóvenes, con un nulo poder adquisitivo, más allá de lo anteriormente nombrado, así que conseguir un juego nuevo para la recien adquirida consola de turno se convertía en un odisea, a menos que fueras Cuqui Sandoval y su "papá" malcriador. Es aquí donde los chinos nos hacían la vida más fácil, recordemos que las 7000 pelas de media que costaba un juego para Mega Drive ( por no hablar de otros sistemas donde era ya un despropósito ), eran inalcanzables si no habíamos pasado una buena temporada sin pisar unos recreativos.
Benditos chinos, que nos trajeron ( bueno, ellos no, los importadores sin escrúpulos ) toda aquella diversión en formato cartucho barato, y encima con multijuegos. No es que fuéramos tontos, que alguno lo éramos, y pensábamos que eran los mismos que nos vendían en las tiendas pero a unos precios mucho mas baratos.

1992 Super son el lujazo de las chinadas


¿Cómo íbamos a resistir comprar un videojuego para nuestra consolas, que además enn la mayoría de los casos venía con otros varios? Si a esto le sumamos que no solían costar más de 5000 pelas los más caros, la ecuación salia redonda. Pero había de todo, el listillo que nos los colaba como originales a precio de PVP, o el buen samaritano que según el contenido nos los dejaba en unos pocos miles de las antiguas rubias.

Otra serie de chinosos con varios juegos, los X en 1


A diferencia de las chinadas actuales de aliexpress o de cosecha propia, estos robustos productos eran fabricados con materiales muy similares a los originales, con unas carcasas bien majas, duras y de apariencia fabulosa, y unas pcb casi indestructibles, con esos chips enormes que olían a silicio por todas partes. Hoy día, las famosas repros chinas están impregnadas de un tufo a producto barato, que hasta las cajas se desintegran con sólo mirarlas.
Finalmente, las copias de juego único, que venían intentando simular al original, aunque cantaban más que un chino por no llevar texto referente a la compañía, o éste había sido borrado estratégicamente de la portada, al igual que ocurria con las roms, donde no se veía referencia alguna a compañía productora, editora etc. Todo bien.

Felicidad pura

Para entender este mundo de chinos es necesario haberlo vivido, y actualmente existe un pequeño grupo de entusiastas que seguimos adquiriendo estas joyas del pasado, unos ítems que desprenden ese olor a naftalina y circuito quemado, que carecen de tornillería y que en ocasiones nos resulta fascinante averiguar si la pieza encontrada es auténtica chinada o no, mirando al detalle su intrerior, sus materiales o inculso esos errores en el arte de las cubiertas que ahora serían imperdonables.