A mirar el arte se aprende. Más allá del “me gusta o no me gusta” hay todo un mundo y es posible aprenderlo. Mirar cuadros no tiene porqué ser aburrido, y no todos son iguales, pero para apreciarlo hay que aprender poco a poco.
No hace falta ser un erudito en historia del arte, ni un sesudo intelectual para enseñar a nuestros hijos a mirar los cuadros, a ir más allá. Aprender a mirar la pintura puede ser divertido, entretenido y puede enseñarnos muchas cosas de nuestros hijos.
Traigo para hoy un breve recorrido por unos cuantos cuadros más o menos conocidos de la historia de la pintura que pueden servir para empezar a enseñar a mirar.
Algunos pueden verse en España y otros no. Todos están accesibles en la web..pero mi consejo es imprimirlos para enseñárselos a los niños…para que los diferencien de una pantalla. Un cuadro no es una pantalla.
Ah y por supuesto, seamos realistas, esto tiene sentido hacerlo a partir de los 4 ó 5 años, pretender que tu bebé de 1 ó 2 años entienda algo es ciencia ficción por muy listo que a ti te parezca.
A mirar un cuadro se puede aprender igual que se aprende a leer. Una vez que entiendes lo que ves, puede gustarte o no, pero los cuadros están llenos de cosas para enseñar y para aprender. ¡¡ y no son un rollo!
Publicado originalmente en Unadocenade