Una historia familiar, de Christine Nöstlinger - Crítica - Plumas de ayer

Por Eltiramilla

Título original: Gretchen Sackmeier
Saga: Una historia familiar, Gretchen se preocupa, Gretchen, mi chica.
Rama: realista, romántica
Primera edición: Alfaguara, 1991

Gretchen Sackmeier es una chica de catorce años algo atolondrada, pusilánime, inocente, insegura como todas las de su edad y gran lectora de las novelas románticas de los quioscos. También tiene un pequeño problema de sobrepeso, al igual que su madre Elizabeth, su padre Egon y Hänschen y Mädi, sus dos hermanos pequeños; aunque a ninguno les importa. Al menos, hasta que su madre llega de una antigua reunión de alumnos con el propósito de adelgazar, estudiar y trabajar; tres cosas que al padre no le hacen ninguna gracia y que llevan a Hänschen a sentirse desatendido. Gretchen, por su parte, está ocupada decidiendo si quiere o no a Florian, el guaperas de la clase, porque según las novelas rosas que lee debería ser así; claro que el chico sólo ha empezado a tratarla medianamente bien desde que le puso sus tetas sobre la cabeza mientras le ayudaba a hacer los deberes. Aunque luego está Hinzel, un chico algo bohemio al que conoció en una fiesta no hace mucho y con quien le gusta mucho conversar. Y por si no se le estuvieran poniendo complicadas las cosas a Gretchen fuera de casa, sus padres terminan separándose.

Christine Nöstlinger es más conocida por sus novelas infantiles que por las juveniles, a pesar de que haya escrito bastantes de estas últimas. La historia de Gretchen y su familia ocupa un trío de libros de los que sólo el primero se encuentra disponible en estos momentos en España; los otros dos están descatalogados. Los tres tocan diversos temas por separado, pero dos en conjunto: la maduración de una adolescente y cómo los problemas de los padres influyen en la vida de sus hijos. En cuanto a esto último es interesante notar cómo Hänschen se toma la separación mucho peor que Gretchen, quien no se ve muy afectada por todo e incluso llega a pensar que se trata de algo necesario y positivo, sobre todo para mamá, que por fin podrá tener algo de libertad para sí misma, pues hasta ahora ocupaba todo su tiempo en cuidar de su marido y sus hijos. Aun así, es importante destacar que Elizabeth no se libra de la “demonización” que casi todas las madres sufren en las novelas de Nöstlinger. Esto no quiere decir que la novela sea anti-feminista ni nada por el estilo, más bien lo contrario; sencillamente estamos ante una marca personal de la autora, que gusta de retratar a los padres bajo una luz poco positiva. De hecho, el padre de la historia tampoco se libra. Además, sobre la autora hay que destacar que el sentimiento anti-autoritario se encuentra tan presente en este libro como en todos los otros que ha escrito.

En cuanto a los temas secundarios que aborda, encontramos los típicos de cualquier novela sobre vivencias adolescentes: amistad, amor, sexo, SIDA, drogas y obesidad, entre otros. Lo que diferencia a Una historia familiar del resto es que está escrita con mucha ironía, sentido del humor y ternura, y son estos tres detalles los que logran más de una carcajada en el lector y restan peso y drama a la historia, evitando así que se convierta en un melodrama de esos que a Gretchen, nuestra protagonista, tanto le gustan.

En resumen, estamos ante un libro muy recomendable para los que quieran enfrentarse a una lectura divertida y entretenida que a la vez les haga reflexionar sobre los problemas familiares y cómo estos afectan a los hijos. Tendrá sus años, pero los temas que trata no se han quedado para nada obsoletos. Además, no podemos olvidar la maduración de Gretchen, que comienza siendo un personaje pasivo y se transforma después en alguien que decide que es suficientemente mayor como para tomar sus propias decisiones. Desde luego, esta chica es digna de destacar y un soplo de aire fresco entre tanta protagonista que empieza igual y acaba de la misma manera.