Hoy os voy a enseñar algo simple y sencillo, pero me parece tan chulo que no podía dejar de compartirlo. A veces es difícil encontrar algo sencillo de hacer, low-cost y que tenga un sentido especial.
La idea que hoy os propongo reúne estas tres características. Se trata de recoger piedras más o menos planas y escribir el nombre de cada invitado, para colocarlas en el lugar donde se van a sentar.
Además puede tener un significado especial ya que las piedras pueden ser de algún rincón mágico para los novios: la playa donde veraneáis, ese lugar mágico que sólo sabéis vosotros que existe, el pueblo de verano donde os conocisteis, esa orilla del río que tanto os relaja...
¿Qué os ha parecido?