Después de una limpieza profunda, el bronce recuperó su brillo y belleza original.
Tuvimos que cambiar, lógicamente, la instalación. Y aquí queremos hace un inciso; estos pies de bronce suelen tener, por donde pasa el cable, un hueco muy estrecho, aunque perfecto para el cableado antiguo, más fino que el actual. Sin embargo, sí se sigue fabricando algún modelo que imita a los antiguos, y que, con un poquito de maña, consiguen pasar por la estructura. Aunque tienen el inconveniente de que hay que montar el enchufe y el interruptor, pues de este diámetro no vienen preparados, o al menos no lo hemos encontrado...
La toma eléctrica no la tenían en color dorado, y no podíamos esperar a buscarla en otro sitio; ¡así somos!
Sustituimos el casquillo por otro nuevo de linea retro...
..., veréis que la electricidad no tiene secretos para nosotras...
Lista toda la instalación eléctrica... Ahora hay que probar si funciona, y para ello...
..., os enseñamos a la protagonista de nuestra lámpara: esta bombilla decorativa de estética vintage y luces leds.
Pues sí; esta era nuestra ocurrencia, o la idea que teníamos en mente; fusionar dos elementos tan diferentes en tiempo y estética, pero que a nosotras nos casan muy bien.
El bronce tallado clásico, cuyos detalles podéis apreciar mejor en estas fotos,...
..., con una luminaria led de rabiosa actualidad (y muy difícil de fotografiar encendida...)
¿Qué os parece el invento? Confesamos que, y sin atisbo de arrogancia, la lámpara nos encanta y queda muy bien en el rincón elegido de uno de nuestros hogares; lo ilumina con calidez e intimidad y su consumo es mínimo.
Y nos la llevamos a casa de Marcela Cavaglieri y sus findes frugales, el último al que acudimos antes de irnos de vacaciones... Pero ya os lo contaremos el lunes.