Si me imagino una mesa bonita para compartir con amigos o familia en un mes de febrero, la verdad es que lo tengo claro: sería una muy, muy parecida a la que vemos en las imágenes. Sencilla, especial, delicada y con ese aire retro que últimamente me encanta en todo. Los centros de las mesas estan elaborados con ramas frescas y troncos... Un recurso de bajo precio que queda perfecto. Los bajoplatos en oro, muchas ya los tenemos por casa de la Navidad, y en cuanto a las velas, que cierran el ambiente, pues más de lo mismo... ¿quién no tiene por casa?
Quién se anima a probar con esta mesa?
Coralia.