#christmasdecor
Y aunque me encanta todo lo que representa la navidad, creo que por fin, estamos cambiando, y no hacia peor. No se si me seguís... Voy a intentar explicarme, y es que... ¿Recordáis aquellas navidades con arboles de plástico, bolas rojas, azules, verdes y amarillas, luces y guirnaldas de colores y mucho confeti? Además de un atentado al buen gusto me parecen un auténtico despilfarro de recursos, y es que hay muchas personas que cuando llega el 8 de diciembre corren a buscar el lugar más económico donde comprar un árbol de plasticorro barato para que de el pego por 15 días.
Y creo que ha llegado el momento de decir ¡Basta ya! Hay muchas maneras de decorar nuestro hogar y conseguir un entorno entrañable sin gastar dinero comprando árboles naturales carísimos que morarán en 3 meses porque no tendremos tiempo de cuidarlos, o de perjudicar al medio ambiente con papeles de envolver que tienen tantos acabados que los hacen imposibles de reciclar.
Si no tienes árbol, puedes comprar uno natural, siempre y cuando estés seguro de que podrás mantenerlo, y serás capaz de plantarlo en jardín para que sobreviva durante el verano. Si no, siempre puedes recurrir a uno artificial, al menos podrás guardarlo y utilizarlo tres o cuatro temporadas más. Y sino ¡Que no cunda el pánico! ¡Hay muchas opciones para decorar sin árbol! Puedes utilizar una rama, puedes utilizar piñas que lo simulen, o puedes inundar el salón de hojas verdes que den al ambiente la sensación de naturaleza, que al fin y al cabo es lo que transmite el árbol..
En cuanto a los regalos, lo mejor que puedes hacer es crear tu propio envoltorio, puedes utilizar papeles de un color sólido y pintar encima, o puedes utilizar hilos y cuerdas de colores que le den un toque especial. Al fin y al cabo, el papel también es parte del regalo, y seguro que a quien se lo vayas a dar, le hará más ilusión si lo has hecho tu mismo.
Siempre me imagino las estaciones en gamas cromáticas, la navidad puede ser como nosotros queramos. Blanca, o negra, dorada o plateada. Lo más importante para crear un entorno confortable es no abusar de los colores, ya que saturan y distraen del tema principal.
Ahora mismo me imagino dos navidades completamente distintas:
Aquí vive una chica joven llamada Verónica, ella es periodista y aunque es española vive en Dinamarca y pasará las navidades muy lejos de su familia, aunque rodeada de muchos amigos. Su casa es muy amplia, con techos altos y paredes blancas, en medio del salón dispone de un sofá de 8 plazas de color beige y enfrente una pequeña mesa auxiliar de cristal con los marcos cromados. Sobre ella reposan tres piñas secas y justo al lado hay un hermoso árbol natural. Delante, encontramos la televisión, encima de una gran chimenea dónde calienta el fuego. El espacio está decorado con guirnaldas plateadas, y muchas luces blancas.
De repente me teletransporto y llego a otro hogar, dónde viven una pareja de unos 35 años y Tobi, su precioso y juguetón dálmata. Ella está embarazada, y a la cena de navidad vendrá toda la familia para darle la enhorabuena. Su casa es un lugar más rústico, me encuentro en un salón muy acogedor con suelo de madera y paredes negras, ellos no tienen árbol de navidad, pero sobre la mesa principal cuelga una enorme rama en la que reposan decoraciones navideñas de color dorado: Estrellas, ardillas de madera, y alguna que otra bola de purpurina. La mantelería y la decoración de la mesa es en tonos dorados y verdes, y ellos han sido más atrevidos y han añadido algún detalle en azul klein.
¿Que os parece?
Ya habéis visto que soy muy imaginativa, y apuesto a que si os habéis metido en el papel os abréis enamorado de ambos lugares, aun y siendo totalmente opuestos. Lo único que tenían en común es que en ninguno de ellos había plástico, bolas verdes azules y amarillas, y sobretodo, no había nada que el 9 de enero tengan que tirar a la basura.
¿Vosotros como vivís la navidad? Un beso enorme, nos leemos muy pronto. ♥♥