Es una de las pocas plantas que resisten bien al aire libre durante el invierno, y si queremos hacer alguna composición floral en nuestro jardín, debemos de tenerla en cuenta.
No es la flor, sino la planta en si misma la que tiene un aspecto decorativo, podemos encontrarla en diversos colores muy decorativos: blanco-marfil, rosado, verdoso y morado.
No es una planta que requiera unos cuidados especiales, y se adapta bien a diversos climas, requiere suelos medianamente fértiles.
Es beneficioso para la planta aplicar algún fertilizante, un mes después de la plantación.
Si queremos obtenerlas, sin tener que comprarlas, podemos sembrar las semillas directamente en el verano. Necesita temperaturas de unos 20º, y germina en 4-6 días.
Las plagas que le suelen afectar son, los pulgones y los gusanos, a los que les encantan todas las Crucíferas.
Se suelen usar en macizos, agrupadas, aunque puede servir como acompañante de alguna otra composición floral, realzándola.
Foto Cherry Menlove
Como curiosidad, pertenece a la familia de las Crucíferas, como las coles que llegan hasta nuestras mesas, pero esta variedad, solo se cultiva para ornamental, no es comestible.
¿Le hacemos un hueco en nuestro jardín?