Una novela sin palabras

Por Marcelo Caballero
Si Edward Hopper puede ser considerado un gran fotógrafo de calle sin cámara;  Frans Masereel podría ser valorado como un gran director de cine sin haber realizado nunca un film.Llegué a esta conclusión, después de encontrarme, el fin de semana pasado,  en un stand de Nordica Libros de una feria de editoriales independientes en Besalú (Catalunya)  con una novela sin palabras (o un film mudo) que se titula La Ciudad (1925) de Frans Masereel.

© Frans Masereel

Hopper, a través de sus cuadros, lo que muestra son los límites de nuestra percepción. Esa eterna sensación de ocultar más que mostrar ha sido muy atractivo para los fotógrafos.

© Edward Hopper

En cambio, Masereel, a través de esa novela sin palabras / film mudo, nos dirige hacia los límites de la intervención humana en una ciudad.

© Frans Masereel


 Pasear por las páginas / fotogramas de este libro, es ir descubriendo  un desolador retrato de lo mejor y de lo peor de que es capaz el ser humano.

© Frans Masereel

Realizada en ilustraciones verticales (de grabados en madera < xilografías>), una por página, la ciudad de Masereel plasma  en escenas de la vida cotidiana, la realidad social y política del período de entreguerras:  la miseria frente a la opulencia, la prostitución, la rutina del trabajo y la oscuridad de la pobreza.

© Frans Masereel

 Una forma de pensar la ciudad que no ha perdido vigencia, su discurso  permanece en las ciudades contemporáneas.


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