El trastorno límite de personalidad, una enfermedad mental que causa gran sufrimiento psíquico y se esconde en conductas compensatorias, afecta al 2% de la población
Hasta un 2% de la población sufre trastorno de personalidad, una patología psiquiátrica apenas atendida que interfiere en la forma de llevar la vida cotidiana con normalidad y que a veces se oculta detrás de conductas autodestructivas como los trastornos de alimentación o el abuso de sustancias. Hasta un 10% de estas personas llegan a quitarse la vida. La psicóloga Dolores Mosquera es una de las especialistas que participó en el VI Congreso Nacional y Europeo sobre trastornos de la personalidad celebrado recientemente en Zaragoza. Para que se de un trastorno de personalidad, los rasgos deben de ser de larga duración, intensos, inflexibles y producir un malestar y sufrimiento en las personas que los poseen lo que supone que interfieren en la calidad de vida. El trastorno límite de personalidad es uno de los que se investiga con más preocupación. La persona que lo padece suele ser muy vulnerable, hipersensible, con poca tolerancia a la frustración y a la crítica y manifiesta problemas en las relaciones interpersonales. -¿Cuáles son las causas de esta enfermedad mental? -Hay muchas teorías pero parece que es una mezcla de factores biológicos y ambientales. Muchos autores hablan de lo que es un niño especialmente vulnerable. Si esa persona crece en un entorno seguro será sensible pero no tiene por qué desarrollar el trastorno, pero cuando no hay una respuesta correcta tiene más posibilidades. -¿Existe un tratamiento? -El tratamiento idóneo es una combinación de farmacología (psiquiatría) y terapia (psicología). -¿Por qué se diagnostica con tanta dificultad? -Yo creo que se debe a la cantidad de síntomas que suelen manifestar estas personas. Debido al malestar que sienten, algunos recurren a las drogas; otros a hacerse daño, autolesiones... Intentan llenar ese malestar que sienten con conductas compensatorias: trastorno de alimentación, abuso de sustancias, depresión. Se suele confundir y lo que se trata es lo evidente. Son personas a quienes les cuesta mucho explicar lo que les pasa; ellos mismos no lo comprenden. -¿Hay edades de más riesgo? -En la adolescencia se puede establecer un diagnóstico, se puede tener claro que la persona, si sigue en la misma línea, acabará teniendo un trastorno límite de personalidad. Lo que sucede es que muchas veces se hace el diagnóstico cuando la persona ya ha tenido una serie de diagnósticos previos. -¿Cómo responden las personas afectadas a los tratamientos? -La experiencia que tengo yo es muy buena. -¿En qué consisten las terapias? -Se parte de un programa muy estructurado que empieza con el abordaje de las conductas que interfieren en la terapia, especialmente las autolesiones y las ideas suicidas. Se trabaja la observación para ayudarles a identificar los problemas. A partir de ahí se pone en marcha el programa de psicoeducación, que enseña al paciente qué cosas son características del trastorno y las que son características de la persona y mostrando alternativas no dañinas. Las personas con este trastorno necesitan comprender lo que les pasa. -¿Se cura? -Yo hablo de recuperación. Si se entiende por recuperación cambiar a la persona y transformarla en una diferente, diría que no. Pero si recuperación es que la persona sepa afrontar sus problemas de una forma más positiva y menos dañina. -¿Es posible la prevención? -Es difícil. Aunque hay muchos casos de malos tratos y abusos, hay otros en los que las familias dan mucho apoyo y cariño a ese niño, pero no saben cómo manejarlo. Es importante la educación familiar, que los padres pidan ayuda a tiempo cuando no saben cómo llevarlo y también la atención en los institutos.http://elmundotlp.blogspot.com/es