La infertilidad genética masculina se debe
al bloqueo de dos proteínas que afectan el transporte de los espermatozoides la adrenoceptor α1A y la purinoceptor P2X1, ya existe un medicamento que se dirige con éxito a una de las proteínas, pero los
investigadores del Instituto de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de
Monash en Australia ahora están buscando desarrollar un medicamento
anticonceptivo oral para bloquear la segunda proteína, y si la fabricación del fármaco resulta exitosa, los ensayos podrían comenzar con la posibilidad de crear la primera
píldora masculina libre de hormonas y reversible en 5 a 10 años. El objetivo es el desarrollo de una
combinación de dos medicamentos que bloqueen simultáneamente el transporte de
esperma en lugar de alterar el desarrollo o la maduración del espermatozoide. El
estudio genético demostró que los espermatozoides se mantendrían sanos y
viables después de tomar la medicación ya que lo único que se inhibe es su capacidad
de movilización o transporte. La libido y la actividad sexual también se
mantendrían normales. Con este enfoque no hormonal, los espermatozoides no se
ven afectados, por lo que es probable que la anticoncepción sea fácilmente
reversible una vez que se suspende el medicamento. Una píldora sin hormonas
tendría la capacidad única de eludir los efectos secundarios que hasta ahora
han impedido el desarrollo de un anticonceptivo masculino. Dichos efectos
secundarios a menudo se deben a la interferencia con las hormonas masculinas,
incluidos los efectos irreversibles a largo plazo sobre la fertilidad, los
defectos de nacimiento en la futura descendencia y la libido.