Una reflexión: ¡haz tu propio vino!

Por Jgomezp24
Fernando Point arrancaba ayer el año con fuerza en un artículo de reflexión para Elmundovino: "¿Mayoría de edad en 2013?" El argumento, al hilo de lo que ha ido pasando con las puntuaciones de Jay Miller, primero, y en 2012 ya, de Neil Martin para Wine Advocate, es sencillo: mientras los críticos profesionales, que marcan tendencias y ventas en el mundo entero, pero proceden casi todos ellos del mundo anglosajón (la gente ha dejado de hablar idiomas y la lingua franca es sólo la inglesa), andan fijando o cambiando su criterio sobre los vinos españoles, nuestros viticultores y bodegueros se vuelven locos intentando, muchos de ellos, sintonizar con algo que les haga vender mejor: los malditos puntos.  Es justo al revés, señores: lo que hay que hacer es el mejor vino posible, según aquello que tu terruño, tus uvas y tu sano gusto te indiquen. Y los puntos, o lo que sea, ya vendrán después. Si el vino es bueno...

 "A los productores que hoy se rascan la cabeza, dubitativos sobre el camino a seguir, habría quizá que aconsejar esto, que los mejores de ellos ya saben: es hora de dejar de pensar en el qué dirán o cómo calificarán, porque ningún vino ni ninguna región vitícola gustan a todo el mundo, y de hacer los vinos en los que personal y sinceramente crea el propio productor, siempre en la línea de una máxima fidelidad a la expresión de su terruño de origen, sin artificios añadidos. Si son buenos, los consumidores de aquí y de allá les harán justicia." Concluía el Sr. Point.
Puede parecer sencillo y poco comprometido si lo digo yo, que me dedico tan solo a comprar, beber vino y, cuando me apetece, escribir sobre mis experiencias. Pero ya hay mucha gente en este país que está trabajando tal y como recomienda el Sr. Point (entre ellos, los responsables de la fotografía de este artículo: Terroir al Límit). Y muchos de ellos, como apuntaba un lector amigo, están más interesados en gastar energías en la parte creativa, la de hacer bien su vino, que no en la del márketing (se hablaba de José Luis Mateo y su Nistal 2008). Todas son necesarias, por supuesto, y jamás criticaré a quien haga esfuerzos en la segunda. Pero creo con firmeza (no solo en las cosas del vino, por cierto...) que hay que tener un criterio, una manera de ver y de hacer las cosas. También en el vino. Y si tu primer criterio es el del "qué dirán o pensarán los gurús" del vino, mal vamos. El primero tiene que ser el propio, el del vino que uno quiere hacer. Y después, ya vendrá el resto. Como termina el Sr. Point, no tengo muchas dudas sobre eso:  si se hacen las cosas muy bien y, por supuesto, con criterio, los críticos y los clientes acabarán yendo a esos vinos.
La fotografía de la mula Frida arando l'Arbossar, magnífica y de una energía enorme, es de R. López-Monné para Terroir al Límit. Se reproduce con su consentimiento.