Una reliquia en mis manos

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida... Días pasados, una alumna del secundario llevó a la clase una revista que perteneció a su abuela. Se trata de la mítica Caras y Caretas, la publicación de interés general y vida política que marcó una época de nuestro país. Si bien hoy volvió a circular, aquel espíritu burlón y combativo ha quedado desdibujado. Lo cierto es que el ejemplar en cuestión es de 1924 y está prácticamente intacto.

Imaginen mi emoción al encontrarme con una fuente histórica de semejante magnitud. Fue tal la alegría que se la pedí prestada para leerla tranquila en casa. Porque además de los temas propios de la realidad argentina de ese momento, me fascinó encontrar semblantes de la vida cotidiana femenina: los hábitos de belleza, los productos que usaban, las prendas y accesorios inspirados en París... Todo un pantallazo de los míticos años 20 de los que ya he hablado en otras ocasiones acá mismo.

Pero lo que no sabía eran los trucos que las damas de entonces usaban para embellecerse. A prestar atención:

El vello: Un enemigo de la belleza (...) En la actualidad, los métodos para extirparlo son numerosos y en la mayor parte de los casos, poco satisfactorios. El tratamiento eléctrico, tan recomendado hoy, es muy costoso, lento y doloroso. En cambio, el sistema de más resultado parece ser el antiguo (...) se prepara la pasta a base de porlac puro pulverizado, mezclado con un poco de agua, y se aplica la parte afectada por el vello superfluo, y cuando al lavarse se saca la pasta ya seca, con ella desaparece también el vello, quedando el cutis completamente alisado y libre de inflamación (...).
Es dolorosamente necesario reconocer los defectos del rostro (...) Pocas mujeres conservan en perfecto estado el cutis de su juventud, y éstas mismas, si se disponen a revisar detenidamente su rostro, encontrarán, a pesar suyo, algunos defectos como grasitud, dilatación de los poros, etcétera, que lentamente van produciendo una acción deplorable sobre la faz hermosa (...) Para preparar una ablución astringente que simultáneamente contraiga los poros dilatados y extirpe la brillantez y los barrillos, basta conseguir algunas tabletas de stymol y se disuelve en un vaso de agua caliente. Lavando el rostro con esta sencilla preparación, se nota inmediatamente su efecto maravilloso (...).
Para desarrollar la hermosura oculta del cabello. No hay nada tan encantador en una dama como la ostentación de una hermosa cabellera, que para parecer tal, debe ser brillante, sedosa y ondulada. (...) un shampoo preparado con granulados stallax y agua caliente produce una abundante espuma perfumada y limpia eficazmente el cabello. Toda la brillantez oculta del cabello es revelada y queda sedoso, ondulado y fácil de peinar (...).

Todas las publicidades hacen hincapié en el rostro y el cabello, claro... Eran las únicas partes visibles de las damas "decentes".
Y como no podía ser de otra manera, París era el faro que guiaba la moda. Desde allí, un corresponsal mandaba fotos de lo que hoy llamaríamos street style. Mujeres distinguidas posaban con sus prendas última moda, a la vez que una nota explicaba las tendencias en trajes de noche.

(...) Mientras tanto, la moda nos trae modelos para de noche (sic) totalmente sin mangas; ellos son bonitos casi siempre, cuando el escote es muy grande y el género no admite otra forma (...). Los vestidos perlados no aceptan fácilmente la manguita, sobre todo los que tienen adornos de plumas; citamos como ejemplo un vestido derecho, ablusado atrás de "satin" blanco todo bordado de grandes flores perladas, con una lindísima pluma de avestruz ciclamen en fondo al vestido desde el lado izquierdo hacia adelante, con capa igual y cuello de avestruz (...).
Y nuestras compatriotas no se quedaban atrás. Elegantísimas se exhibían en el hipódromo y en reuniones sociales. Como vemos, los sombreros no podían faltar del atuendo femenino ni los guantes y tapados hasta media pierna. Por su parte, las novias optaban por vestidos tubulares, con cortes en la cadera, y tocados a la usanza de entonces. Para ellos, elegantes trajes acompañados de guantes y detalles en los zapatos.

Y como digo siempre, la moda vuelve renovada. Es muy frecuente encontrar inspiración en el pasado para las colecciones que año a año se presentan en las grandes capitales del fashion world. Tan es así que para la temporada primavera-verano 2011 prêt à porter, Louis Vuitton y John Galliano han revisitado los años '20 para ofrecernos estas propuestas. Observen la silueta de cada prenda, el aire oriental propio de esta época, las referencias al Art Decó, las texturas -plumas, flecos, saten-, y el estilismo típico de aquellos tiempos.
L.V. by Marc Jacob

John Galliano

¿Qué les pareció este post? ¿A ustedes también les gusta espiar en el pasado como a mí? Yo creo que sí, quién no se conmueve ante una fuente de información tan rica como esta revista? Estoy segura que Mariana de Sensación Vintage se está regodenado con las imágenes de Caras y Caretas... Aguardo sus comments, amig@s, como siempre... Que tengan un lindo día, besitos:>