Una rosa es mucho más...

Por Retroyconencanto @retroyconencant
Una de nuestras niñas se fue este verano de interrail con otras dos amigas. Toda una aventura por diversas capitales europeas que las tres adolescentes emprendieron con tremenda ilusión, frente a la angustia de sus progenitores, pues era la primera vez que salían solas al extranjero. Afortunadamente todo transcurrió sin contratiempos, las niñas volvieron a casa sanas y salvas, habiendo vivido una experiencia maravillosa que nunca olvidarán. Durante el viaje, una de nosotras cumplía años, y al llegar a casa, después del trabajo, se encontró con dos rosas rojas. Inmediatamente pensó que eran de su marido, pero cual fue su sorpresa cuando, al leer la notita que traían, vio que eran de su hija... Ella tenía la pena de no poder pasar el aniversario de su madre en casa, así que las dejó encargadas en una floristería para que se las hicieran llegar ese mismo día. Aquel hermoso detalle de cariño desató la tensión acumulada por la ausencia y la preocupación, ¡y la llorera fue antológica! Pero, qué tranquila se queda una después de liberar emociones... Tan solo después pudo disfrutar, feliz y arrobada de amor maternal, de aquellas rosas divinas que, por supuesto, secamos con mimo para no perderlas jamás.


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Además, nosotras para no perder la costumbre..., son un bonito y delicado detalle decorativo en cualquier hogar... ¿Habéis secado alguna vez una rosa?