La siguiente estación de esta Via Paradisi tuvo lugar en Monvínic. Juro que entré para comer unas croquetas de ceps y beber media copa de algún tinto atractivo (¡eso es un aperitivo!). Salí con: unos blinis ligeramente ahumados y caviar de trucha (muy atractivo, en el paladar, el que combinaba con salvia); una tortilla de setas variadas (soy muy pejiguero para las tortillas, me gustan un poco más jugosas y con cierta altura: que la forma de la sartén no condicione la de la tortilla); una reinvención de los postres de músic espectacular (con una pasta choux y una suave crema al vino rancio que me hicieron aplaudir -en silencio- al joven Pol Contreras, un pastelero que reparte discreción, ingenio, imaginación y sabiduría a partes iguales); Domaine Pascal Cotat, Chavignol Réserve des Monts Damnés 2008, un bastión de acidez y de fruta apabullante: algunos años nos darán la mejor versión de este sauvignon blanc, pero está ya enorme; Adega Algueira Carballo Gallego 2009, con mencía, una finura, una fragancia, un frescor y una clase a la altura de los mejores atlánticos del Loire y PN del sur de la Borgoña; René Rostaing Cuvée Classique 2006, la esencia de la syrah, regaliz, cassis tomada en la rebotica del apotecario de Ampuis (en el período de Entreguerras). Es un vino antiguo; Azienda Agricola Roccolo Grassi, Amarone della Valpolicella 2004, además de la deshidratación propia de las uvas de un amarone y del sabor de los hollejos, Grassi vendimió algo tarde esta uva, fino aunque con taninos asperos en boca, es demasiado opulento y maduro en nariz (quizás los años le den un mejor momento); Moreno (Montilla Moriles) amontillado de los Siete Sabios, me hizo pensar que los Siete Sabios de Grecia no tenían ni idea de qué era el placer...este vino es generoso, con una fragancia y un atrevimiento enormes, descarado, abierto, con todas las cualidades de un gran amontillado y una frescura y un volumen inusitados, un grande; terminé esta estación con otro grande, no olvidado, pero casi...de la DOQ Priorat, De Muller, rancio dulce Dom Berenguer Solera de 1918, lo escribí en twitter, "todo el mundo debiera beber y pensar sobre este vino" y, añado ahora, sobre su precio y la discreta y atractiva tradición que De Muller representa en Tarragona.
La penúltima estación de esta gozosa uia fue en el restaurante Matamala. Convocados por la revista Cuina y acompañados de pequeños bocados que resultaron ser una agradable sorpresa (volveré para comer con calma), una serie de grandes vinos se sometieron a una injusta pero determinante prueba: si se beben en las copas adecuadas, su perfil aromático y gustativo gana mucho. Pasaron por esa prueba, Colet Navazos Extra Brut Reserva 2006, degollado en octubre de 2010, que mostró al principio su alma más champañera y al cabo de media hora, desbordó por el lado sanluqueño (el mejor Colet Navazos que he probado); Alemany-Corrió, Principia Mathematica 2011, un xarel.lo con DNA borgoñón que empezó algo reductivo para terminar como uno de los grandes vinos de esta semana, con una viveza y una fragancia que en cuanto integren la madera, dará muchos momentos de placer (no sé cuantas botellas hay...); Pardas, Collita Roja 2009, un sumoll (con algo de marselan) de altura y gran nivel, con una estructura rústica y un tanino delicado; Lustau Brandy Solera Gran Reserva, un brandy de Jerez de hermosa caoba bruñida y un deje de oloroso que enamora. La última estación de esta semana fue en casa, terreno casi siempre amigo, donde la selección de vinos que preparé salió redonda. No siempre sucede, alguna botella falla por lo que sea...Redonda, lo que me llevó a a este poco habitual post, versión almanaque semanal: Champagne Agrapart&Fils. Avize Grand Cru, Blanc de Blancs NM Extra Brut Terroirs, mi pasión por cómo trabaja y es Pascal Agrapart no tiene límites: elegancia, precisión, finura, profundidad sin maquillajes. Por favor, ¿alguien podría venderlo en Barcelona? Gracias; Domaine Newman, Pommard Vieilles Vignes 2006, la quintaesencia de una elegante rusticidad, con un perfil sedoso, de raso, y austero al tiempo. Violeta y hojarasca. 2006 en un momento brillante; Rita&Rudolf Trossen, 2009 Kinheimer Rosenberg, Riesling Spätlese, de Kinheim-Kindel (Mosela) y biodinámicos desde 1978 (¿alguien recuerda cuándo empezó Joly?), ofrecen el perfil más auténtico y espontáneo, vivaz, fresco y espontáneo del riesling tardío sin botrytis. 9%. Me tienen a sus pies desde hace años y tampoco consigo comprar una botella aquí. Entre este Spätlese y el Kabinett de Egon Müller-Scharzhof 2011 (que un particular como yo ya no puede comprar) debe estar la verdad. No ha sido una semana dura, por supuesto. Y tuvo su colofón... Et in Paradiso ego.
La foto de Sophia Loren procede de The 100 best of articles. La de Marcello Mastroiani, de Listal.