Una vida promedio

Por Paulo Mesa @paucemeher

La vida promedio es una consecuencia, no es un fin. Tampoco es un problema de tener mucho o poco, porque en cualquiera de los extremos se puede igual vivir una "vida promedio", claro está, con circunstancias particulares que de cualquier modo serán promedio... ¿De qué se trata esto?

¿Qué es la vida promedio?

Es la vida que vives cuando no intentas nada por no equivocarte o quedar mal; paralelamente, es una vida en la que también niegas tus fallas y tus errores por razones similares y por ende, tampoco aprendes de ellos ni construyes lecciones. Entonces, como temes atreverte a quedar al descubierto y escondes tus sombras, al final vives una vida sin tensión creativa y llena de tensión emocional.

Como decía Jung:

"A lo que te resistes persiste y lo que aceptas te transforma... y hasta que lo inconsciente no lo hagas consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo tu vida y a eso le llamarás destino".

Por eso seguimos en un círculo vicioso permanente y preguntándonos por qué las cosas no cambian o por qué no somos capaces de transformar nuestra realidad.

Cada que nos atrevemos a cambiar algo, a crear un nuevo hábito, a movernos hacia un lugar diferente, a poner en un pie en la zona de aprendizaje, estamos rompiendo el promedio, nuestro promedio o el promedio que nos impuso alguien más.

El asunto aquí no es una cuestión de media aritmética ni nada por el estilo, no es algo que ni siquiera se mida en dinero ni posesiones. Se trata de la riqueza de la vida, de lo que somos capaces de hacer y del valor que percibimos internamente en lo que logramos. Posiblemente comprar cosas y llenarnos de adornos que nos compensen la inseguridad sea en sí una forma de proteger nuestro "promedio".

¿Cuándo y cómo has sentido que te has salido del promedio? ¿Haciendo qué cosas? ¿Dándote cuenta de qué? Pero aquí hablamos es de tu promedio, no de nada comparable con el promedio de nadie.

Podrás decir que en algún momento hay que encontrar la estabilidad, que hay que quedarse en un punto, pero claramente se trata de eso. Aquí no hay promedios, ni altas ni bajas, ni números en el camino. Vives lo que elegiste, lo que de fondo te gusta, tu número natural que es uno y es todo, es un número que lo abarca todo.

Entonces encuentras tu lugar, tu posición, no hay nada contra qué compararse porque la "excelencia" también es un estándar. La idea de la excelencia también viene de afuera y suele confundirse con la enfermiza exigencia que tanto sufrimiento produce. Debe haber varios consultores y speakers de charla motivacional consternados, pero es así. Encontrar el rumbo y el propósito en lo que nos hace genuinos no tiene estándar. Simplemente es lo que es, es lo que somos.

🙂