Dani es un enamorado de los yates, y Ester me dijo: que te parece Consol si hacemos un pastel que parezca un yate? Hombre, pues que es un poco heavy, le respondí. Pero si Dani quiere un yate, lo tendrá. Pero un yate muy dulce!
Era un yate de vainilla relleno de ganache de chocolate con leche y ganache de chocolate blanco.
Me costó, me costó endurecerlo para poner la fondant, pero a Dani le encantó.
Lo más bonito es la ilusión que hace y las palabras de los amigos y familia con los agradecimientos.