Desde mi pequeño estudio abarrotado de papeles de celofán y recortes de goma eva, de botellas de leche vacías que esta tarde serán cohetes, y demás material para manualidades, respiro hondo para no hiperventilar y me doy cuenta de que mis hijos han crecido y sus intereses y juegos han cambiado mucho en este último año.
Cuando los deberes llegaron a nuestras vidas, hace ya algunos años, (este año, cruzamos los dedos, casi no llegan, amén de las nuevas tendencias en educación, supongo) decidimosque mantendríamos la zona de estudio en su habitación despejada de juguetes y otras distracciones.
Convertí la buhardilla, en su zona de juegos, aunque en realidad la hemos usado mas de almacén de juguetes. Ellos son muy expansivos y juegan por toda la casa.
Ahora me doy cuenta de que tengo que repensar este espacio para que puedan dar rienda suelta a sus impulsos creativos y a sus nuevas maneras de jugar.
Hay varias cosas que son imprescindibles :
Una mesa grande para que puedan hacer manualidades a gusto., para montar los lego mindstorms que ya están en el borrador de la carta a los Reyes Magos.
Cajones y estantes para que tengan todos los materiales bien organizados y a la vista. Tener libertad y autonomía a la hora de elegir con qué trabajan les ayuda a ser mas creativos.
Un banco de carpintero como este. Me parece una idea estupenda para potenciar su creatividad.
Los disfraces son uno de los juegos que no les cansan por mayores que se hagan. Tenerlos colgados a la vista, es mucho mejor que guardarlos en un baúl, mas que nada porque te evitas que los saquen todos, absolutamente todos, a la vez.
Definitivamente necesitamos uno de estos, si tú como yo tienes un pequeño mono en casa, y estás cansado de pedirle que no trepe por las barandillas, los sofás y demás muebles, verás como esta idea te fascina desde el principio.
También me gustaría incluir un pequeño rincón de lectura, para que puedan relajarse.
Así pues empiezo con el #proyectozonadejuegos
¿Que crees que me puede faltar?