Unicef publica un informe sobre el bienestar de los niños en las naciones más ricas

Por Fat
El informe compara las tasas de pobreza infantil en los 21 países con datos de antes y después de que se deduzcan los impuestos y se efectúen los pagos de la ayuda social. España tiene una tasa de pobreza infantil del 18,5% antes de la intervención del Gobierno y del 17,2% después de la misma. Únicamente Portugal la supera con un 21,2% y un 18,7% respectivamente. Tras España se sitúan Italia, Reino Unido, Polonia, Irlanda y Luxemburgo. En el extremo contrario, la tasa más baja corresponde a Finlandia (15,2% y 5,2%), Países Bajos (10,7% y 5,4%) y Suecia (12% y 5,7%). El esquema muestra que sin la intervención del Gobierno todos y cada uno de los 21 países tendrían tasas de pobreza infantil iguales o superiores al 10%.
El informe refiere que los ahorros acumulados por una familia y sus perspectivas de futuro, la vivienda y el vecindario en el que vive, el nivel de instrucción y las expectativas de los padres y la posición social de la familia son factores que entran en la ecuación socio-económica. Sin embargo, de las medidas disponibles, la más importante, "la que guía y pronostica la condición socio-económica de un hogar", sigue siendo el nivel de ingresos familiares. "Puesto que la falta de trabajo es una de las principales causas de la pobreza, es probable que el bienestar material de los niños haya empeorado significativamente en algunos países desde 2008", señala el documento.
Dinamarca, Finlandia, los Países Bajos y Suiza se colocan a la cabeza en la promoción de la igualdad respecto al bienestar de los niños, mientras que Grecia, Italia y EE UU, al contrario, permiten que los niños se queden atrás en la máxima medida.
-Bienestar material, educacional y sanitario
El documento señala que, en bienestar material, España ocupa el 14º puesto de 24 países (en este apartado se incluyen tres naciones más). El apartado lo encabezan Suiza e Islandia, y quedan a la cola EE UU y Eslovaquia. El bienestar material se ha medido por tres indicadores: los ingresos familiares, el acceso a los recursos educativos básicos y las condiciones de la vivienda.
En cuanto a bienestar educacional, España logra alcanzar el noveno puesto. Encabezan la lista Finlandia, Irlanda y Canadá, mientras que a la cola se sitúan Austria, Francia y Bélgica. La clasificación se ha realizado teniendo en cuenta una muestra representativa nacional de estudiantes de 15 años de edad, en más de 40 países, para determinar "la competencia en la lectura, las matemáticas y las ciencias".
En el apartado de bienestar sanitario, España retrocede al puesto 21 de 24, seguido por EE UU, Italia y Hungría. En los primeros puestos se encuentran Países Bajos, Noruega y Portugal sucesivamente. Los factores tenidos en cuenta han sido las dolencias referidas por los niños, una alimentación sana y la frecuencia de ejercicio físico intenso.