Uno de cada tres españoles desconoce los efectos nocivos para la piel de la Radiación Infrarroja A del sol

Por Fat

El 38% de los españoles desconoce que la exposición prolongada a la radiación infrarroja A (IR-A) es perjudicial para la salud de la piel. De hecho, más de un tercio de los españoles (el 39%) no ha oído hablar nunca de esta radiación. Incluso, más de la mitad (el 64%) no es consciente de que es producida por el sol, y no solo por aparatos electrónicos, pese a que la propia Agencia Española de Meteorología informa diariamente sobre los niveles de esta radiación.
Estos datos se desprenden del estudio realizado por Laboratorios Cinfa e Instituto Dermae, que ha presentado esta mañana el Coordinador del Grupo de Trabajo de Epidemiología y Promoción de la Salud en Dermatología de la AEDV y profesor titular de Dermatología de la Universidad de Granada, el Dr. Agustín Buendía. El objetivo de la investigación es mostrar el conocimiento de la población española sobre la radiación solar y su nivel de concienciación a la hora de protegerse.
De acuerdo con los datos recogidos, los españoles son conscientes de los peligros del sol, pero el 43% de la población no siempre toma medidas frente a él. Aunque el 84% de los españoles afirma saber que la piel “tiene memoria”, la mayoría de ellos se preocupa principalmente por las quemaduras (el 71%), un efecto a corto plazo de la radiación solar.
Así mismo, los hombres y las personas de piel morena demuestran ser menos conscientes de los efectos que tiene el sol en su piel. Como señala el Dr. Agustín Buendía, “en general, las mujeres afirman ser más constantes a la hora de protegerse, se aplican cremas solares con más regularidad y conceden más importancia a los posibles efectos a largo plazo, como el envejecimiento de la piel, que son inducidos por la radiación IR-A”.
“El problema de esta radiación es que pasa inadvertida”, apunta la Dr. Aurora Guerra, Jefa de la Sección de Dermatología del Hospital 12 de Octubre de Madrid y miembro del Instituto Dermae. “Las personas no son conscientes de ella porque no sienten que aumente la temperatura de su piel, ni ven sus efectos a primera vista, al contrario de lo que ocurre con las quemaduras que producen los UV. Sin embargo, la radiación IR-A penetra profundamente en la piel y agrava los efectos de la radiación UV, provocando severos daños como el envejecimiento de la piel y la destrucción del ADN celular”.
Como explica la Dra. Guerra, aunque la radiación IR-A no genera calor en la superficie de la piel, incrementa la temperatura de las capas más profundas, ya que es la única que alcanza la hipodermis. “Esto provoca un estrés oxidativo que causa un aumento de los radicales libres, lo que deriva en la destrucción del colágeno. También pueden producirse alteraciones de las respuestas inmunes en la piel, originando desde alergias al sol hasta el envejecimiento prematuro de la piel y daños en el ADN de las células de la piel, que son el origen de lesiones precancerosas”.
-LAS COMUNIDADES DEL NORTE, A LA CABEZA EN PROTECCIÓN SOLAR
En cuanto a los hábitos de protección frente al sol, todavía el 20% de las personas que se exponen lo hacen en las horas centrales del día, de 12 a 16h, que son las más perjudiciales.
El estudio también ha analizado los hábitos a nivel autonómico. De forma general, se observa que las personas de comunidades situadas al norte de la península tienden, en mayor medida, a tomar el sol “en cualquier ocasión que pueden”, pero se protegen mejor. De todas ellas, los habitantes de Navarra (67%), Asturias (66%) y País Vasco (66%) son los que toman medidas generales de protección frente al sol de manera más regular.
Las poblaciones que menos se protegen de manera regular son Baleares (43%), Galicia (48%) y Andalucía (53%). Destaca el hecho de que varias de ellas son comunidades habituadas a la radiación solar. Así, los ciudadanos de Islas Baleares son los que tienen peores hábitos y más de la mitad de ellos (alrededor del 56%) no toma medidas de protección siempre que se expone al sol.
-NAVARRA, CANARIAS Y LA RIOJA, LAS COMUNIDADES QUE MÁS USAN FOTOPROTECTORES
En el uso de fotoprotectores solares, Navarra vuelve a encabezar el ranking, con un 73%, seguida por Canarias y La Rioja, con un 68% y un 67% respectivamente.
En el otro extremo, los baleares son los españoles que menos emplean las cremas solares, ya que un 43% dice que las utiliza a veces y un 8% nunca.
“La tendencia es que las poblaciones que están más habituadas al sol, como Baleares, Andalucía y Extremadura, crean que no necesitan protegerse porque su piel ya está acostumbrada a las radiaciones, pero no es así, porque los daños provocados por la radiación se acumulan a lo largo de la vida y, aunque la piel esté bronceada, la radiación sigue penetrando en ella”, recuerda Buendía. A su juicio, es importante seguir promoviendo la concienciación de hábitos saludables ante la exposición solar, “como utilizar métodos naturales de fotoprotección, evitar los horarios de mayor incidencia de radiación y aplicarse correctamente las cremas solares. También hay que continuar avanzando en nuevos fotoprotectores que protejan de las radiaciones a un nivel más profundo”.
La fotoprotección clásica se basaba en paliar las lesiones de la radiación ultravioleta (UV). Por esta razón, para los especialistas del Instituto Dermae, como la Dra. Guerra, “es necesario que los ciudadanos tomemos medidas con fotoprotectores que también hagan frente a estos efectos a largo plazo y que contemplen las consecuencias de la radiación IR-A”.
-UN ACTIVO DE ÚLTIMA GENERACIÓN EN FOTOPROTECTORES
Ante esta necesidad, Laboratorios Cinfa ha llevado a cabo diversos estudios científicos para detectar activos que protejan frente a los efectos de la radiación IR-A y sus efectos a largo plazo. En este sentido, ha desarrollado y patentado una formulación pionera que añade a los filtros UV un activo innovador: Be+ Cell Protection Complex®.
Las investigaciones demuestran que este activo disminuye la producción de radicales libres y metaloproteinasas, que son el origen del envejecimiento prematuro de la piel. “La exposición a la radiación IR-A aumenta la temperatura de las capas más profundas, llegando a alcanzar hasta 42 grados. Esto origina un incremento de los radicales libres, que provocan que disminuya la síntesis de colágeno y una degradación del colágeno existente”, aclara la Dra. Aurora Garre, una de las especialistas del Departamento Médico de Cinfa que ha liderado esta investigación. “Se ha comprobado que este activo consigue un efecto inhibidor de los radicales libres, por lo que presenta un poder regenerador del colágeno y retrasa el envejecimiento de la piel”.
Por otra parte, este activo acelera el mecanismo natural de reparación del ADN celular. Los estudios recogidos con Be+ Cell Protection Complex® prueban su eficacia en la reducción de dímeros de timidina, favoreciendo la reparación de los daños estructurales en el ADN celular, que son precursores del cáncer de piel. De esta forma, ofrece una mayor protección frente a los daños derivados de las radiaciones UV.