Untitled (12ª Bienal de Estambul)

Por Camilayelarte @camilayelarte
Hasta el sábado pasado, día en que visité la Bienal de Estambul, creo que nunca había llegado a percibir de una forma tan clara un discurso expositivo casi únicamente a través de las obras expuestas.  A menudo mis visitas a exposiciones van siempre precedidas de una lectura rápida de los recursos que me ofrece Google o bien de esos largos y espesos textos que nos ofrecen en las salas de exposiciones y que preceden a la experiencia artística (en esto el MACBA se lleva la palma). La lectura ayuda sí, incluso es imprescindible para captar lo que se nos está diciendo, ahora bien, tampoco me es ajena la sensación de no saber ver la conexión entre lo que leo y lo que veo, especialmente cuando el discurso del comisario se enrevesa hasta tal punto que lo único que se le puede valorar es la distancia creada entre el público y las obras.

Vista de la exposición con la obra de Rivane Neuenschwander en primer término. Foto: Camilayelarte


El trabajo que han hecho Jens Hoffman y Adriano Pedrosa en la 12ª Bienal de Estambul es precisamente cargarse la figura del comisario/visionario y construir un discurso tan claro y preciso que habrá quien lo pueda considerar rígido, pero que a mi me ha parecido de lo más coherente y me ha devuelto la fe perdida la semana pasada en la Frieze.

Niños, muchos niños en la Bienal, aquí ante una obra de Cevdet Erek en Untitled (History). Foto: Camilayelarte

Antoni Muntadas, Media Site-Media Monuments, Budapest, 1998. Untitled (History). Foto: Camilayelarte


Como ya comenté en un anterior post, el planteamiento de Untitled  parte de la obra de Félix González-Torres, ejemplo de cómo el arte puede ser político sin renunciar a la estética. González-Torres consideraba que el arte podía funcionar como catalizador para el cambio, con su obra nos enseñó nuevas formas de ver, de relacionarnos con el arte y con la poética contenida en la vida cotidiana, era capaz de hablar de temas comprometidos desde un lenguaje profundamente estético.

Dani Gal, The Historical Record Archives 2005-ongoing, 2011. Untitled (History). Foto: Camilayelarte


Adrián Villar Rojas, La tecnología del silencio, 2011 (detalle) Untitled (History). Foto: Camilayelarte

Simryn Gill, Pearls, Jorge Luis Borges, Ficciones (1944), 2011. Untitled (History). Foto: Camilayelarte


La exposición gira conceptualmente entorno a cinco obras del artista cubano que sirven de punto de partida para las cinco secciones de la exposición: Untitled (History), sobre la flexibilidad en la lectura y relación que mantenemos con la Historia condicionada por el espacio y el tiempo; Untitled (Death by gun), acerca de la violencia; Untitled (Abstraction) o el cuestionamiento del canon Moderno, Untitled (Ross),  sobre la identidad sexual y Untitled (Passport) una reflexión sobre la permanente transformación de la identidad nacional y cultural,  cada una de estas secciones presenta una sala principal con obras de distintos artistas y diez salas con proyectos individuales que abordan los temas planteados en la sala principal.

Vista de la sección Untitled (Death by gun), en primer término Kris Martin, Obussen II, 2010. Foto: Camilayelarte


Martha Rosler, Boy's Room, 1966-72. Untitled (Death by gun). Foto: Camilayelarte


Kristen Morgin, The third of May, 2011 Untitled (Death by gun) Foto: Camilayelarte


La alusión a la obra de Félix González-Torres es constante, en algunos casos tal vez demasiado evidente, como en los relojes de Nicolás Bacal o bien las camas deshechas de Tammy Rae Carland. El aspecto relacional entre  público y obra de arte también está presente a lo largo de la exposición: en lugar de caramelos Gabriel Sierra nos invita a comer manzanas, Claire Fontaine a recoger una especie de esquelas en el mismo formato que los famosos  pósters de González-Torres y Meriç Algun Ringborg pequeños glosarios de vocabulario en turco y otros idiomas.

Claire Fontaine, Requiem for Jean Charles de Menezes: Notes on the state of exception, 2005. Untitled (Death by gun) Foto: Camilayelarte


Wilfredo Prieto, Politically correct, 2009. Untitled (Abstraction) Foto: Camilayelarte



Edward Krasinski, Intervention, 1981. Untitled (Abstraction) Foto: Camilayelarte

El mensaje global de la bienal es que el arte es política y que utilizando su propio lenguaje , en  el que no falta la belleza, puede y debe condicionar la relación del ser humano con las estructuras que conforman su vida. La selección de los artistas es otra de las cosas que me parecieron más acertadas,  no se encuentran  los nombres que ya conocemos ni esas figuras consagradas que a menudo sostienen por su sola fama un discurso expositivo. Hoffmann y Pedrosa apuestan por la descentralización, gran parte de los artistas son sudamericanos, turcos o bien de la Europa del este, y casi todos jóvenes, muy jóvenes.

Adrián Esparza, Far and wide, 2011. Untitled (Abstraction) Foto: Camilayelarte


Johanna Calle, Untitled (Abstraction) Foto: Camilayelarte


Renata de Lucas, Un satélite, 2001. Untitled (Abstraction) Foto: Camilayelarte


Me gustaron especialmente Simryn Gill con tres intervenciones en Untitled (History) tanto en la sala general con sus collares construidos con las palabras de Borges, como en su proyecto individual con las poéticas fotografías de My own private Angkor; Dani Gal, repitiendo en secciones, en Untitled (History) y Untitled (Death by gun), mucho mejor su intervención en History con la instalación de los vinilos de discursos políticos; Johanna Calle cuyos sutiles juegos con el lenguaje y la palabra muestran la voluntad de mostrar lo intangible desde el arte; Me llamó la atención que entre los solo projects hubiese fotógrafos de los años 30 y 40 así como los fotocollages de Martha Rosler, para mi la mejor intervención de Untitled (History).

Ardmore Ceramic Art Studio, Punch and Mavies painting pots (detalle) 2006.  Untitled (Ross). Foto: Camilayelarte


Elmgreen&Dragset, The Black and white diary, 2009. Untitled (Ross). Foto: Camilayelarte


Vesna Pavlovic, Search for landscapes, 2011. Untitled (Passport) Foto: Camilayelarte

Lo más destacable de Untitled  es que las obras se corresponden claramente con lo planteado y que son todas ellas de clara lectura, te pueden gustar más o menos pero sabes por donde van los tiros, no es ni siquiera necesario conocer especialmente la obra de Félix González Torres para saber de qué te están hablando, el arte es un lenguaje universal y universales son los temas sobre los que trata. Untitled es hasta la fecha el trabajo de comisariado que mejor he entendido,  la visita a un evento de arte en este último año que más me ha cundido, cuán hueca me parece ahora la Bienal de Venecia de la que a parte de nombres y figuras no saqué mucha más cosa. Salí de Antrepo pensando que sí, que verdaderamente el arte puede ser política.