Por eso es que el nobel de la paz ha enviado a sus esbirros para que contraten a otros mercenarios y se opongan a los revolucionarios que le quieren tumbar el títere. Cómo me encantaría que se hiciera realidad lo que desea el pueblo, aunque es una utopía como siempre ya que los hilos de las naciones los mueven los poderosos desde sus reuniones en Davos o las del grupo Bilderberg o el Banco Mundial, desde las cuales manejan como marionetas a los dirigentes de paises pobres. Si manipulan a su anatojo a socialistas como Zapatero, cuánto más fácil no lo harán con dictadores de la calaña de Mubarak.
Desde luego que el petróleo que pasa por el canal del Suez y su posición estratégica son los únicos objetivos de Estados Unidos, y el pueblo egipcio que se joda; pero creo que esta vez no se saldrán con la suya y sus amiguetes de Israel que se vayan preparando, pues este escenario mundial en el que vemos obras de teatro dirigidas siempre por los mismos, va a cambiar; y la obra cumbre se desarrollará en las calles con un sólo protagonista: el pueblo.