Con frecuencia los noticiarios nos aportan más pruebas de la incoherencia del sistema, la antigüedad de las leyes y normas y el perverso manejo procesal o el control de los tiempos. Si se tiene en cuenta que los niños no paran de crecer y desarrollarse, prolongar conflcitos en el tiempo por motivos formales obra siempre en contra de los intereses de los menores. Los niños lo estan dejando de ser cada momento. Ninguno volverá a tener seis años otra vez, por ejemplo.
El uso de los hijos como arma arrojadiza en las peleas familiares debe ser proscrito de oficio, si es oficio lo que los administradores de la justícia tienen.
Pero aún hay peor. El periódico The Sun, notable por sus sensacionalismos y, también, truculencias, nos ofrecía hace unas semanas el lamentabilísimo espectáculo de una mujer utilizando el cuerpo de un niño como arma en una pelea!! (Los que tengan estómago pueden verlo en el enlace: https://www.thesun.co.uk/news/5726406/shocking-moment-woman-uses-baby-as-a-weapon-to-try-and-batter-man-in-street-fight-after-spitting-at-him/
Los de las armas arrojadizas es una metáfora. La realidad puede y suele ser peor.
Los que defendemos los derechos de los niños debemos exigir a la administración de justícia la equidad y sentido común que, por ahora, encontramos escasa. Para ello hace falta que jueces, fiscales y abogados tengan formación específica de la condición infantil, su biología, su desarrollo psicosocial y sus debilidades que precisan protección especial. Los que no sepan, que se aparten.
X. Allué (Editor)