Una guía de práctica
clínica de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM) publicada en
elJournal of
Clinical Sleep Medicine, proporciona una serie de recomendaciones para el uso de la
actigrafía en pacientes con trastornos del sueño. Incluye siete recomendaciones
en los que los médicos pueden usar la actigrafía para ayudarlos a comprender
los hábitos de sueño de un paciente en múltiples noches. Además, una
recomendación indica que los médicos no deben usar la actigrafía en lugar de
electromiografía para el diagnóstico del trastorno periódico del movimiento de
las extremidades. Los dispositivos actigráficos generalmente se usan en la
muñeca o el tobillo para evaluar el sueño, y usan un acelerómetro para
registrar e integrar la ocurrencia y el grado de actividad del movimiento de
las extremidades a lo largo del tiempo. Los algoritmos matemáticos se aplican
luego a estos datos para estimar la vigilia y el sueño. Los beneficios
potenciales de la actigrafía incluyen su conveniencia, la carga relativamente
baja del paciente, la capacidad de evaluación longitudinal y un costo
relativamente bajo. Sin embargo, es importante reconocer que la actigrafía no
es un sustituto de la polisomnografía cuando las circunstancias clínicas
requieren una evaluación más detallada del sueño.