Investigaciones realizadas por médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona en Tucson encontraron que la luz verde tenía efectos analgésicos en ratas. El mismo equipo ha realizado ahora el primer estudio clínico de la luz verde como terapia preventiva para la migraña, con resultados prometedores.
Los investigadores reclutaron a 29 personas, siete de las cuales tenían migraña episódica, mientras que 22 tenían migraña crónica, durante 10 semanas, los participantes pasaban de 1 a 2 horas diarias en una habitación oscura, iluminada por una tira de LED blanca que sirvió como condición de control. Luego por 10 semanas, los 29 individuos pasaron entre 1 y 2 horas diarias con una tira de LED que emitía luz verde con una longitud de onda de aproximadamente 525 nanómetros y el mismo brillo que la luz blanca.
Los participantes permanecian despiertos durante el tratamiento de luz y realizaban cosas que no requerian iluminación adicional, como leer un libro, escuchar música o hacer ejercicio. Cada participante llenó cuestionarios informando el número de dolores de cabeza que experimentaron y su intensidad. Además, respondieron preguntas relacionadas con la calidad de vida, como su capacidad para trabajar y conciliar el sueño.
En general, el tratamiento con luz verde se asoció con una disminución significativa en la frecuencia de los dolores de cabeza, entre aquellos con migraña episódica, el número de días con dolor de cabeza por mes disminuyó. En el grupo con migraña crónica, la cifra media se redujo. Estas mejoras son comparables a las que han informado previamente los ensayos clínicos de terapias farmacológicas para la migraña. Curiosamente, después del tratamiento con luz LED blanca, hubo una disminución pequeña pero significativa en el número total de días de migraña, de un promedio de 18,2 a 16,5 días, esto a un efecto placebo, que presumiblemente también impulsó las mejoras que observaron después del tratamiento con luz verde.
El uso de una terapia no farmacológica, como la luz verde, puede ser de gran ayuda para una variedad de pacientes que no quieren tomar medicamentos o no responden a ellos. La belleza de este enfoque es la falta de efectos secundarios asociados. En todo caso, parece mejorar el sueño y otras medidas de calidad de vida, El estudio fue publicado en Cephalalgia , la revista de la International Headache Society.