Los expertos coinciden en que la prevención de la obesidad infantil debe comenzar antes que los niños entren a la escuela. Sin embargo, debido a la falta de datos concluyentes, los especialistas a menudo tienen problemas para asesorar a los padres sobre qué intervenciones son las más beneficiosas.
Ahora un nuevo estudio sugiere que limitar el uso prolongado del biberón puede ser una manera efectiva para ayudar a prevenir la obesidad infantil.
El Dr. Robert Whitaker y Rachel Gooze de la Universidad de Temple, y la Dra. Sarah Anderson de la Ohio State University, analizaron los datos de un estudio nacional llevado a cabo en Estados Unidos con niños nacidos en el año 2001. Se analizaron datos de 6.750 niños para estimar la asociación entre el uso del biberón a los 24 meses de edad y el riesgo de obesidad en 5 años y medio.
De los niños estudiados, dos de cada diez tomaban el biberón más allá de los dos años, siendo además su principal vía para alimentarse. Como resultado observaron que de este grupo casi el 23% fueron obesos al cumplir los cinco años y medio. Dicho de otra manera, si un niño sigue tomando el biberón a los 2 años, tiene un 30% más de probabilidades de ser obeso a los cinco años.
A esta conclusión llegaron incluso teniendo en cuenta otros factores como el peso de la madre, el peso del niños al nacer, y las prácticas de alimentación durante la infancia. La teoría es que el alimentarse del biberón puede hacer que el niño consuma demasiadas calorías
Por el contrario, cuando el niño cumple un año de edad el uso del biberón no parece ser un problema, sino todo lo contrario, pero recomiendan que su primer aniversario sea la fecha idónea para dejar de usar el biberón.
Más información en “Prolonged Bottle Use and Obesity at 5.5 Years of Age in US Children”
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