El déficit de calcio en el torrente sanguíneo (condición conocida como hipocalcemia) puede tener origen en problemas de absorción o consumo insuficiente de calcio, vitamina D u otros nutrientes esenciales asociados. El calcitriol es una de las formas de mayor biodisponibilidad de vitamina D, utilizado especialmente en casos de hipocalcemia. El uso de calcitriol, de todas maneras, no se reduce únicamente a la prevención de la hipocalcemia. Es utilizado con éxito en tratamientos de enfermedades renales y de todo tipo de enfermedades de los huesos.
Le puede traer aparejados problemas en huesos y dientes. Para detectar cualquier anomalía en este sentido se pueden realizar análisis de sangre en los que se especifiquen los valores exactos para este mineral.
Algunas de las formas comerciales más comunes para el calcitriol son las conocidas como Rocaltrol, Decostriol y Calcijex. La dosis recomendada en cada caso variará según la afección particular de cada persona (también es importante evaluar cuál será la frecuencia de toma ideal). La forma de administración del calcitriol puede ser en cápsulas o como un líquido. Los tratamientos pueden durar varias semanas o meses, por lo que es necesario seguirlos de forma disciplinada hasta obtener la mejoría esperada.
Si el calcitriol es indicado en las dosis adecuadas no deben esperarse efectos secundarios de ningún tipo. Respecto a las incompatibilidades con otros medicamentos, hay que tener presente que en una cura con calcitriol no se recomienda el consumo de remedios a base de magnesio. Tampoco puede administrarse calcitriol a personas con insuficiencia renal de tipo crónico.
En caso de sobredosificación de calcitriol una de las pocas consecuencias que cabe esperar (en pacientes sin enfermedades renales) es el incremento de la creatinina en sangre. Esta condición, de todas maneras, puede ser revertida al poco tiempo sin mayores complicaciones.