Esta era la frase reina del verano en mi casa cuando era pequeña; en mi casa se comían uvas con queso tan a menudo en verano, que para mí es uno de mis manjares preferidos para las cenas veraniegas, tan sencillo, tan rico, tan nutritivo, tan rápido...que en cuanto encuentro uvas buenas, van directas a mi cesta de la compra, porque del queso ni hablo, los que me seguís ya sabéis que en mi casa el queso se compra por toneladas....bueno, no seré exagerá...que parezco andaluza....jejeje, pero si por kilos, y éste queso que está en la foto, concretamente es un Boffard reserva, uno de los que más nos gustan en casa, y como no podía ser de otra manera, lo compramos por piezas, que suelen tener sobre los 3 kilos.
En mis años mozos, jejej, (me gusta ésta expresión), el queso procedía de los pastores vecinos, nos regalaban uno o varios quesos por permitir que sus ovejas y cabras comieran en nuestra tierra, y ese queso iba directamente a una olla con aceite de oliva y a la alacena de la despensa....prohibido acercarse, parecía poner en la olla...pues no podíamos atacar al queso hasta que mi padre diese su beneplácito y a él le gustaba que el queso estuviera muy curado, quizá de ahí me viene mi afición por los quesos fuertes; y las uvas procedían de los parrales vecinos, en mi pueblo se cultivaban parras para uva de mesa, de hecho los pueblos vecinos y mi pueblo fueron un referente en cuanto a la exportación de éste tipo de uva a principio del siglo pasado, y durante el verano aún no estaban maduras, pero siempre había algun parral con "uvas de cuerno" y "uvas molineras", dos variedades que junto a la llamada "uva del barco" practicamente han desaparecido ya de nuestra vega.
Así que hoy una entrada poco elaborada pero no por ello menos apetitosa, encontré un racimo precioso y no me pude resistir, y cuando llegué a casa con él, ya sabía que teníamos que hacerle un homenaje, así que mi marido preparó su navajita, jejeje, y preparó la cámara, y así quedó, inmortalizado para siempre uno de los manjares más sencillos y que mi padre siempre llamaba "Uvas con queso, saben a beso"
INGREDIENTES
Un buen queso curado (a temperatura ambiente, así está más rico) ó queso en aceite de oliva Un buen racimo de uvas Un buen cuchillo Para los amantes del pan, una buena hogaza
ELABORACIÓN
Se corta un trocito de pan, se arranca de un tirón un gajo grande de uvas, (por favor siempre de la parte de arriba del racimo) y se corta un buen trozo de queso, se pone el trozo de queso encima de la rebanada de pan y se van cortando trozos del queso apoyado en el pan, con la navaja y se acompañan con dos o tres uvas para apreciar bien el contraste salado, picante del queso y el dulzón de las uvas.
***La costumbre de poner el trozo de queso sobre la rodaja de pan y cortar directamente ahí, es porque ésta operación se hacía a menudo con queso en aceite de oliva, y el pan evitaba que el aceite escurriera, porque normalmente también se comía ésta combinación en la vega, dónde no había platos ni mesa, jejej
***Esta combinación no se suele acompañar de vino ni de otras bebidas, ya que solía tomarse como postre .