El título de este post habla por si solo, no me puede transmitir mas paz, y yo no me puedo creer que por fin esté escribiendo estas líneas, ya que escribirlas significa que mis días de descanso están a la vuelta de la esquina y que se acaba otro año de trabajo, toca hacer balance y parar.
Si, parar, algo que resulta realmente complicado porque siempre hay mil tareas que hacer y nuestra cabeza está alerta, sin descanso, pensando, organizando… No nos damos cuenta muchas veces pero es así, y al final los excesos, sean del tipo que sean, pasan factura, por lo que dedicar unos días a relajarnos y dedicarnos tiempo a nosotros mismos es fundamental para nuestra salud física y mental.
Por eso, este año, al igual que hice el anterior, me cojo vacaciones de todo, también del blog. Se que desconectar de todas mis obligaciones un par de semanas será fundamental para afrontar el nuevo curso y volver en septiembre cargada de creatividad, ideas nuevas y con las pilas puestas para recibir con los brazos abiertos todos los proyectos que están por llegar.
Os doy las gracias un verano mas por estar ahí y me despido hasta septiembre, que vendrá cargadito de nuevos posts y mucha inspiración decó para afrontar la vuelta a la rutina de la mejor manera posible. Para los que ya estéis de vuelta trabajando, seguid disfrutando del verano, época perfecta para ser menos exigentes con nosotros mismos, y los que sigáis de vacaciones… ¿Qué os voy a decir? Jajaja, que lo paséis de maravilla!
¡FELICES VACACIONES! Nos vemos en septiembre…
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