Pocos personajes viajan con tanta sutileza entre el mito, la leyenda, y la Historia, como mi paisano mas famoso, Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador . Toda la provincia , aún hoy, es un recuerdo constante a sus fazañas y grandes gestos , aunque caemos mucho en juzgar a los personajes históricos, con nuestra moral de 10 siglos después. Coruña del Conde es una localidad por la que pasa el Camino del Destierro de El Cid , la consecuencia de la toma de Juramento de Santa Gadea , que efectuó El Cid a Alfonso VI, para que este negase cualquier implicación en la muerte de su hermano Sancho II. La leyenda se confunde a veces con la Historia, incluso hay quienes niegan que tales hechos se hayan llegado a producir, pero amigo lector, ¿alguien puede probar la verdad? (salvo que sea funcionario del Ministerio del Tiempo claro). Vivimos un tiempo en el que necesitamos héroes, gente que se sacrifica por lo demás , cuyos valores puedan ser seguidos y admirados , más allá del mero dato histórico, frío y matemático.
El Valdecid 2010 está elaborado por la Bodegas Coruña del Conde , desde el municipio burgalés del mismo nombre, y se encuentra amparada bajo el sello de Vino de la Tierra de Castilla y León . Es una pequeña bodega familiar que sigue la senda abierta por Alberto López Calvo, que pasó bastante tiempo en Burdeos y volvió para aplicar lo aprendido en su terruño burgalés. Cuentan con apenas 4 hectareas de viñedo, a una altura de 850 m en ecológico, de las variedades que forman el coupage de este vino, a saber, tempranillo, cabernet sauvignon y merlot. Este vino además tiene una crianza de 16 meses en barrica de roble francesa. Presenta un color rojo cereza de capa alta, ribete atejado, lagrima densa y persistente para un volumen del 13,5º, su color no engaña, a pesar de mantener una poderosa capa; en nariz se muestra tímido y sutil, fruta roja madura, alguna nota de fuego, notas terciarias de la madera y un leve recuerdo a monte bajo; en boca tiene una entrada amable, se nota mucho el alcohol, justa acidez , cuerpo medio, la madera afinó mucho el vino ya, la fruta roja madura mantiene el vino en un buen punto, aunque también se notan los años, buena persistencia.
Me hubiese gustado probarlo hace un par de años, cuando estaba en plenitud . Me recuerda a los eternos arlanzas, pero sin ese punto rústico. Muy digno. Utilice un aireador y creo que no le vino nada mal.