Valdevegón 2010

Por Bodegaateneo

Desde hace unos meses siempre tenemos un ojo en nuestra vecina Francia ; los ataques que Europa recibe tienen en París y Niza , cercanos ejemplos de violencia , como hacía tiempo no conocíamos ; hace apenas un año estuve en la ciudad de Niza, y como toda la Costa Azul, es un reflejo de la Europa naif y de la belle époque que siempre nos agrada asociar a nuestro viejo continente .

La relación de mi tierra burgalesa con Francia ha sido mas que intensa, y aunque no sea del todo un orgullo, Burgos aparece en el Arco de Triunfo de París ,  como una de las ciudades que conquistaron en la época del Imperio Napoleonico ; los soldados franceses destrozaron el Castillo de Burgos bajo la política de la tierra quemada, y su explosión dañó las vidrieras de la Catedral ; estas fechorías ablandaron el corazón de un militar francés llamado  Paul Thiébault , gobernador de la ciudad en aquellos tiempos, que decidió enmendar parte de los destrozos,  que en la tumba del Cid, habían ejecutado sus compatriotas, dentro de los muros de San Pedro de Cardeña ; en esta tarea encontró colaboración de otro paisano suyo , el barón Dominique-Vivant Denon , y ambos buscaron preservar las reliquias del Cid y  Jimena , seguramente tambien parar hacer negocio con ellas ; sirva este pequeño homenaje a nuestros vecinos galos, ya que estos días, todos nos sentimos un poco gabachos, y compartimos su dolor, su cólera, y su esperanza de Justicia.

Vive la France, vive la liberté!!!

Vivant Denon en Espagne, remettant dans leurs tombeaux les restes du Cid et de Chimène              Jean Alphonse Roehn, 1809

El Valdevegón 2010 está elaborado con uvas tempranillo, con aporte de garnacha y graciano,  procedente de San Asensio, en La Rioja Alta ,pero se vende como vino de mesa, sin datos de añada o do ; la crianza es de 24 meses y se realiza en el propio Monasterio burgalés de San Pedro de Cardeña, cuya bodega fue comentada aquí en una reciente visita a sus muros ; Valdevegón es uno de los vinos mas clásicos de la ciudad, así como los son los licores que los monjes elaboraban a base de hierbas, y de los que fuí devoto seguidor, incluso a costa de alguna amistad mas sibarita ; color rojo picota de capa media alta, ribete atejado, lagrima densa y persistente ; fruta roja madura, algo de cuero y especias de la madera muy usada con la que trabajan en el monasterio ; el vino es de entrada ligera, cuerpo medio, amable y con una discreta persistencia, con un punto de acidez ya muy ajustado.

Un vino muy singular por su procedencia y que cumple su función de llevarse un pedazo de Burgos y de El Cid con cada botella ; con ella estrené una versión del “vinturi” y la verdad el vino gana mucho con la adecuada aireación , con lo que aconsejo decantar o airear sin miedo.

R.

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