Son exquisitas, delicadas, con una textura muy suave al paladar y cuando las horneas el aroma que se desprende por toda la casa es impersionante. Además si las guardamos en una caja metálica bien cerrada, duran bastante tiempo, así que si os animáis aquí os dejo la receta.
Ingredientes:
- 160 grs de harina de repostería.
- 180 grs de mantequilla.
- 185 grs de almendra molida.
- 50 grs de azúcar avainillado.
- 2 yemas de huevo.
- Unas gotas de esencia de almendra (opcional, pero para mi gusto, totalmente recomendable).
- Azúcar glas y azúcar avainillado para el rebozado final.
Preparación:
- En un bol mezclamos todos los ingredientes menos la harina.
- Una vez estén bien ligados, añadimos la harina tamizada hasta lograr conseguir una masa homogénea.
- La envolvemos en papel film y la dejamos enfriar toda la noche en la nevera o durante dos horas si véis que os puede más el probarlas cuanto antes.
- Precalentamos el horno a 200º C.
- Retiramos el plástico que envuelve la masa y vamos formando bolitas del tamaño de una nuez.
- Luego le damos su forma característica y las colocamos en la bandeja del horno sobre papel sulfurizado.
- Horneamos con calor arriba y abajo hasta que las puntitas de nuestras galletas se doren levemente (entre 12-15 minutos en función de cada horno, así que atentas que se hacen enseguida).
- Una vez listas, las rebozamos con mucho cuidado en la mezcla de los dos azúcares.
- Las dejamos enfriar y listas para disfrutarlas.
Fuente: kepabad