Varios estudios buscan fármacos personalizados para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer

Por Fat
Los dos ejes principales en torno a los que pivota la investigación traslacional de la Enfermedad de Alzheimer (EA) son la búsqueda de nuevos fármacos capaces de detener los mecanismos patogénicos y poder establecer un diagnóstico certero en fases presintomáticas de la enfermedad mediante la combinación de marcadores clínicos y biológicos.
Así lo han puesto de manifiesto hoy Exuperio Díez Tejedor y Anna Frank, del servicio de Neurología del Hospital Universitario La Paz (Madrid), que han resaltado cómo dentro de estos últimos se están llevando a cabo estudios que buscan la obtención de una ‘firma genética’ para poder identificar a aquellas personas con mayor riesgo.
“A pesar que la EA de causa puramente genética, causada por mutaciones que siguen un patrón mendeliano autosómico dominante en tres genes (PPA, PS-1 y PS-2), es excepcional, se sabe que la enfermedad “esporádica” soporta también una susceptibilidad genética compleja, hasta ahora poco conocida y cuyo mayor exponente es el gen de APOE”, han expuesto el Dr. Díez Tejedor y la Dra. Frank.
Los especialistas en neurología del Hospital madrileño de La Paz han añadido que, en los últimos años, “se han obtenido resultados de estudios de asociación genómica (GWA) que nos permiten abrir el abanico de posibles genes candidatos a conferir riesgo. En esta línea se está llevando a cabo un estudio multicéntrico en España cuyo principal objetivo es validar un test que analiza la expresión de un panel de 96 genes preseleccionados como posibles candidatos de riesgo para padecer o estar libre de la enfermedad”.
Los resultados de estos estudios de investigación contribuirán notablemente a la búsqueda de fármacos “personalizados” en función de esta “firma genética”, según ha quedado patente en la tercera jornada del Curso “Medicina Personalizada: La Genómica Aplicada a la Práctica Clínica”, que patrocina Ferrer.
Por su parte, Mikel Olabarrieta Paul, neurólogo de la Unidad de Trastornos de la memoria y de la Conducta del Hospital Universitario Vall d'Hebron, ha destacado que la EA es la causa más frecuente de demencia. “El cuadro clínico de la EA está caracterizado por un trastorno cognitivo progresivo (que comienza entre los 40-90 años) inicialmente leve, principalmente amnésico, que conduce al deterioro global de la persona (tanto psíquico como físico), siendo una de las primeras causas de discapacidad y dependencia en nuestro medio”, ha explicado.
Sus rasgos histopatológicos característicos son la acumulación extracelular de placas seniles compuestas principalmente por proteína beta-amiloide y la presencia intracelular de ovillos neurofibrilares, compuesto por proteína tau anormalmente fosforilada. “Los avances en el conocimiento en la fisiopatología de la enfermedad, como la relación entre ambas proteínas tóxicas, su acúmulo en el cerebro, la degeneración sináptica y muerte neuronal que conllevan como su vinculación con el desarrollo de los síntomas de la demencia constituye la base de los nuevos tratamientos que hoy se desarrollan”, ha concluido el Dr. Olabarrieta.