De las primeras que pensé para esta sección de los domingos en la que escriben otras personas fue en ella. Os recomiendo que leáis su blog que va de situaciones y de diversos perfiles que se dan en las relaciones. De los textos que me mandó (escribió 3, es una tía eficiente) descarté uno porque hablaba de mis “supuestos fracasos” con las chicas y he decidido escoger el que voy a poner a continuación porque es unos de mis temas preferidos. De su blog os recomiendo especialmente esto. Aquello de “Consigue todo lo que te propongas”, en fin, allá va:
Parte de lo que me engancha en este blog es que por fin leo cosas que NO siguen la corriente de pseudo-optimismo auto-impuesta desde que empezó la crisis: “Haz lo que te gusta y todo saldrá bien”, se empeñan en rezar a todas horas los profesionales del marketing, la publicidad u otro tipo de comunicadores (o vendehúmos) reconvertidos en “coachers autodefinidos” (coacher es “entrenador” pero dicho en inglés). Digo “autodefinidos” porque no hablo de los profesionales titulados, con dominio en PNL y otras materias. Hablo de lectores compulsivos de libros de autoayuda que se creen con criterio suficiente para decir a otros qué deben hacer o deshacer en sus vidas o que, aunque sepan que carecen de criterio, saben que podrán conseguir unos cuantos euros con esto. Desconfío cada vez más de las palabras en inglés que se ponen de moda (el intrusismo siempre ha hecho mucho daño; con esto no iba a ser menos). Vengo del mundo de la publicidad y sé lo importante que es el “naming”, el nombre que se da a cada cosa. Y en este bendito país donde un bajo porcentaje de personas domina con holgura la lengua de Shakespeare, de Dickens o incluso la de Allan Poe, poner un nombre en inglés impresiona bastante, aunque lo que haya detrás de ese nombre no sea más que la #mierda de siempre y encima con peor peste.
Pues eso. Que, en mi caso, de tanto tener que vender ideas alejadas de la crisis, optimismos y felicidades sobre fondo blanco, con tipografía manuscrita, “así… como de tiza”, acabé buscando un oasis, una mínima dosis de REALIDAD. Pero no de la FALSA REALIDAD que nos venden en los informativos, donde les interesa que estemos todo el día amargados, tristes y desconsolados para que no tengamos ni fuerzas para movilizarnos, no… hablo de REALIDAD de la de cada uno, de la nuestra, de la del día a día. De la de: “Pues mira, por mucho que te guste el ballet y tengas un magnífico sentido del ritmo, medir 155 cm. de altura y pesar 70 kilos, cuando ya pasas de la treintena y no has bailado nunca, te lo pone ciertamente difícil para vivir de esto. Te desaconsejo que centres tus esfuerzos en triunfar en el ballet ruso”. Ya… obvio. Pues los vendehúmos tratan de colártela con unas cuantas frases del tipo: “Si quieres, puedes”; “Nunca es tarde para empezar a perseguir tus sueños”; “El límite está donde tú mismX quieras ponerlo” o lindezas por el estilo.
Que son frases que pueden funcionar cuando lo único que alguien necesita es un empujoncito: esa chica con un expediente espectacular, idiomas y experiencia previa en el sector, que no sabe si acudir a una entrevista de trabajo en una gran empresa para competir contra cientos de aspirantes porque cree que no estará a la altura y teme meter la pata. Amiga mía “si quieres, puedes”. Si te defiendes con dignidad, puedes conseguirlo y si no lo consigues, al menos habrás empezado a ganar experiencia para superar otras pruebas similares. ¡Ánimo!
Ese chico que terminó Educación Física y Deporte a curso por año, tiempo durante el cual solo podía tocar la batería en sus ratos libres, a pesar de que hará cosa de un año que descubrió que la música es lo que realmente le mueve. Lo llaman para empezar a tocar con una banda que ya está empezando a triunfar. Querido amigo: “Nunca es tarde para empezar a perseguir tus sueños”. Si retomas el trabajo de ensayo con la batería, con la dedicación que requiere, y el grupo sigue funcionando musicalmente bien, lo movéis con gracia en redes sociales y buscáis eventos interesantes donde seguir dándoos a conocer, las cosas pueden salir muy bien. ¡Adelante!
Y fue así… buscando REALIDAD cómo llegué hasta Álvaro. Era el caluroso verano de 2012 y alguien se estaba atreviendo a contarme las cosas como son. Al final, todos entendemos lo que queremos entender, así que, traducido a idioma aventurer@sentimental, lo que me encontré en este blog era algo parecido a esto: “Mira, nada es tan bonito como te cuentan en los libros de autoayuda, pero tampoco es tan terrible como nos quieren hacer ver los promotores de la crisis. Desde luego que está en tu mano no morirte de pena en el pozo de la autocompasión, pero tampoco depende únicamente de tu capacidad de esfuerzo que las cosas salgan bien. ¿Has probado a cambiar la fórmula?” Y así, en cada entrada, nos va dando gotitas de fórmula para que podamos comprender en algunos casos, recordar en otros, ciertas verdades del día a día que a ratos se nos da por no entender, o que a veces pretendemos olvidar… Dosis que nos devuelven al camino que deberíamos transitar para rentabilizar nuestros días y nuestros esfuerzos.
Mejorar está en nuestra mano, en la de cada uno. Eso siempre. Si te mientes a ti mismX cuando lees cosas sobre Carlos o sobre Irene y no quieres verte reflejadX en nada de lo que se dice de ellXs, no podrás crecer o avanzar. Si te asientas en la zona cómoda como si en el exterior sólo hubiera abismos de inexistencia, jamás podrás avanzar. Tampoco te lances a lo loco a perseguir un sueño que te costará la vida y tal vez no te reporte nada a cambio. Este blog habla precisamente de mesura, del paso a paso. Habla de lógica. Pero lo que más me gusta de todo es algo que cada vez encuentro en menos personas, en menos proyectos… lo que más me gusta es que todo lo que leo aquí está escrito desde la infalible directriz de la única cualidad que te ayuda a salir de cualquier atolladero, el único protocolo a seguir cuando no sabes qué hacer, la única respuesta infalible a cualquier pregunta, el ingrediente que sólo funcionará si tu cabeza ha sido previamente amueblada. Saval nos escribe siempre desde el #SENTIDOCOMÚN.
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