Las edificaciones originales de la Universidad de las Artes (ISA), las dedicadas a las enseñanzas de Ballet y Música, diseñadas por el arquitecto italiano Vittorio Garatti, invitan por estos días al descubrimiento de realidades otras, que son ajenas a la cotidianidad habitual de estas construcciones. Estudiantes de la Facultad de Artes Visuales, de conjunto con alumnos de la Universidad Halle de Alemania, se han lanzado a la exploración de posibles lugares a intervenir artísticamente en la ciudad para llegar o regresar a las Escuelas de Arte, a la historia y misterios de sus ladrillos.
Intercambio, diálogo, respeto y reconocimiento han signado estas jornadas en las últimas dos semanas, tiempo en que los jóvenes han compartido experiencias y puntos de vista sobre el fenómeno artístico. Los resultados de este flujo de información pueden observarse en los espacios de las antiguas facultades de Ballet y Música que conformaron el proyecto original del ISA. A dos manos, en estrecha colaboración, los cubanos han trabajado hombro con hombro junto a los visitantes en la concepción de piezas para esta peculiarísima puesta en escena.
Inspirada por el ambiente, por el continuo reconocimiento en el otro, esta particular exposición, donde se pueden rastrear, a no dudarlo, obsesiones que se manifiestan en la obra propia de los artistas participantes de ambas geografías, habla de rincones refuncionalizados, de completamiento de ideas o proyectos que quedaron olvidados, de interacción con contextos que nos resultan extraños, del acercamiento a aquello que no conocemos, de la mirada extranjera sobre una realidad específica.
Hamder Lara Figueroa, coordinador por la parte cubana del taller que lleva por título “Veo algo que tú no ves”, explicó que en estas dos semanas el programa se fue conformando sobre la marcha, sin presiones, a partir de las necesidades e intereses de los estudiantes y profesores involucrados. De manera que se visitaron muchas zonas y edificaciones de La Habana en la búsqueda de un espacio que intervenir, y en esta búsqueda algunos de los artistas imaginaron y ejecutaron sus piezas, justamente, la documentación de estos ejercicios completa y complementa la muestra, añadió.
A pesar de las distancias geográficas y lingüísticas hay cuestiones relacionadas con la individualidad como artistas y seres humanos que nos une, destacó el joven profesor, a quien le llamó la atención la sorpresa del equipo alemán con el nivel de las propuestas artísticas cubanas y la capacidad de nuestros estudiantes de concretar una idea: sintieron la necesidad de trabajar juntos a partir de conexiones e inquietudes espontáneas y propias, relató.
Andrea Zaumseil, docente alemana al frente del grupo de la Universidad Halle, subrayó la simpleza y sencillez del taller. Igualmente, la intensidad de los debates, el intercambio de ideas y concepciones o la retroalimentación continua que se produjo entre los participantes, devinieron aspectos muy positivos de este proyecto que esperamos se mantenga, acotó.
“Veo algo que tú no ves” es una frase universal que todos entienden, explicó la profesora, y hace referencia a la mirada extranjera que se incorpora a una cotidianidad con funcionamientos y dinámicas específicos.
Mientras, Rigoberto Díaz, alumno de la Facultad de Artes Visuales, conversó sobre el diálogo que se propició entre individuos y obras, sobre los sentidos de intervenir las escuelas originales: nos interesó la historia detrás de estas construcciones, la utopía que esconden, por eso modificamos los espacios lo menos posible, concluyó.