Confianza o desconfianza, cualquiera que sea, se trata de un elemento fundamental en el éxito o fracaso en todas las relaciones y en los negocios, ya sea industria, educación o gobierno.
La confianza es el pilar de la vida, el amor y las relaciones, punto.
Sin confianza, no tenemos nada.
La confianza implica responsabilidad, previsión y confiabilidad.
Comienza por tu interior, confía en ti mismo y después cree de inicio en la bondad de la gente.
Consulta con un profesional para explorar tu capacidad para confiar en ti mismo y en los otros.
Entonces, si hay un bloqueo, trabaja duro para desplazarlo y para liberarte de esa energía negativa, para que aprendas a confiar desde un inicio.
No puedes confiar en otra persona hasta que creas totalmente en ti mismo. Es un trabajo de adentro hacia fuera.
La paradoja es que una vez que confías por completo en ti, ya no necesitas confiar en otros. Confías en ti y tus instintos, confías en el mundo, en tu capacidad de presentarte y enfrentar la situación para responder a lo que sea que te traiga la vida. Y eso elimina toda esa pregunta de ¿Confío en ti?
El secreto para el éxito es conectarse con la gente por medio de las relaciones; sin confianza, no hay relaciones.
La confianza es la cuenta bancaria emocional entre dos personas, la cual les permite tener un acuerdo de desempeño en donde todos ganan.
Si dos personas confían una en otra… pueden entonces gozar de una comunicación clara, empatía, sinergia y una interdependencia productiva.
Si uno es incompetente en ese sentido, la capacitación y el desarrollo pueden ayudarte a mejorar. Pero si uno tiene fallas de carácter, él o ella deben hacer y mantener promesas para incrementar la seguridad interna, mejorar las habilidades y reconstruir las relaciones de confianza. Así es como se construyen relaciones valiosas para el largo plazo.
La gente exitosa invierte espesa cantidad de tiempo en cultivar, alimentar y desarrollar relaciones en el trabajo, en casa y en la comunidad.
Gandhi citó siete cosas que son peligrosas y destructivas para la humanidad y sirven para evaluar el factor de confianza en las relaciones de corto y largo plazo.
Ellos son:
- Riqueza sin trabajo.
- Placer sin conciencia.
- Conocimiento sin carácter.
- Comercio sin moralidad.
- Ciencia sin humanidad.
- Adoración sin sacrificio.
- Política sin principios.
He establecido mis propios parámetros y umbrales para medir cada una de estas cosas dentro de cada persona que conozco.
Al principio, asumo que estamos en sincronía. Mientras pasa el tiempo, fortalecemos la relación o nos alejamos. Por tanto, el tiempo que pasamos juntos o las cosas que hacemos juntos se expanden o se contraen.
Los extraños son sólo amigos en potencia que esperan que se consolide la relación.
Conócete a ti mismo
Si uno no está en contacto consigo mismo, entonces uno no puede tocar a los demás.
Pregúntate, “¿quién soy?, ¿por qué existo? y ¿estoy logrando mi máximo potencial?”. Éstas son las preguntas más simples en la vida. Y pasarás toda tu existencia tratando de responderlas.
Eso te pone a millas de distancia de la mayoría de la gente, ya que ellos no saben cómo responderse estas preguntas básicas. Por ende, nunca buscan las respuestas y se pierden de una vida de complemento devenir.
El secreto para una relación confiable y productiva con una persona que sea compatible contigo, es descubrir exactamente quién eres, por qué estás aquí y cómo puedes incrementar tu amplio potencial.
Tienes que comprender “¿quién soy?”.
La respuesta yace en el panorama completo de tu vida: dónde y cómo creciste, quién influyó en ti, para bien o para mal, y cómo esas influencias te inspiraron.
Si no sabes quién eres y qué es lo que quieres, y tampoco tienes una base fuerte de valores, entonces eres vulnerable, eres una presa fácil para aquéllos que quieran decirte quién eres. En este sentido, debes ser hermético, ser inmune a lo negativo mientras te enfocas estrictamente en lo positivo y próspero.
Esta introspección te pondrá en la ruta para descubrir “¿por qué existo?”.
Todos estamos aquí por una razón; depende de nosotros encontrarla y actuar conforme a ella.
Aunque, debo advertirte que requerirá de paciencia, deberás buscar en tu alma para descubrir tu pasión y propósito, en especial si has estado trabajando por años en algo que no te gusta.
Estás en la profesión equivocada si puedes renunciar hoy a tu trabajo y estar feliz.
Una vez que te rijas bajo tu propósito y pasión, todo lo demás en tu vida brillará.
Para que tu vida sea deslumbrante, tan exitosa como la de la gente a quienes admiras, Tú, Inc. debe someterse a una auditoría anual de “¿quién soy?”.
Critica tus fortalezas, debilidades, acciones y logros para que el próximo año puedas hacerlo incluso mejor.
Esta brutal autoevaluación responderá: “¿estoy en mi más alto nivel?”. Si la respuesta es no, ponte a trabajar. Descubre lo que lo estás reteniendo.
Los malos hábitos, como la falta de decisión, la falta de seguimiento o un complejo de inferioridad pueden firmar la sentencia de muerte de tus sueños.
Identificar estos obstáculos es el primer paso para quitarlos de tu camino.
Escucha tu intuición
Esa pequeña voz dentro de tu cabeza, la cual habla de reacciones instintivas en tu corazón, posee una infinita sabiduría. Así que escúchala. Confía en ella para evaluar a la gente que conoces.
Pon atención en los ojos de la persona, su lenguaje corporal, sus patrones de discurso y la energía o vibra que emite. Todo esto ayuda a ubicarlos en las escalas de confianza. Así que deja que todos comiencen en la parte más alta de dicha jerarquía. Si dicen o hacen algo que los hace bajar, actúa de acuerdo a ello.
Para establecer confianza con una persona con la que haces Click, debes encontrar una perspectiva o terreno común, lazos, valores y metas que compartan.
También, evalúa a la persona por sus acciones, no sólo por sus palabras.
Observa también si la persona en la cual confías, confía en otros.
Comprenderás lo anterior una vez que hayas lidiado con gente que se rehúsa a confiar. Su energía negativa inunda todo el cuarto como una nube tóxica. El cinismo y la sospecha matizan cada enunciado.
Esta perspectiva científica de las neuronas de espejo explica por qué hacemos click con algunas personas y con otras no sentimos ninguna conexión.
Nuestros cerebros, literalmente, responden de forma diferente con cada persona que conocemos.
Deja que la gente se gane tu desconfianza, dales el beneficio de la duda
Ofrece a los extraños el beneficio de la confianza, siempre y cuando sus acciones prueben ser valiosas. Anda directo a los negocios para dar seguimiento a promesas hechas, planes discutidos o visiones compartidas. No retengas nada.
Piensa lo mejor de la gente, ve las cosas desde su perspectiva, dales el beneficio de la duda y recuerda los días positivos, no los negativos.
Resiste la urgencia de buscar pruebas falsas.
Debes modificar lo que tu cerebro ya tiene establecido sobre la desconfianza y reprogramarlo para que en primera instancia, confíes en la gente.
El primer problema para todos nosotros no es aprender, sino desaprender.
Puedes hacer esto cuando…
Creas en lo que la gente dice:
Qué es la integridad sino veracidad, hacer lo que dices que vas a hacer.
Si esperas lo bueno, con frecuencia lo bueno te seguirá.
Desde luego, no seas ingenuo; obtén currículos, referencias y documentación que te sirva, no como confirmación de las credenciales de alguien, sino más bien como registro.
No te preocupes por los motivos de la gente:
Ser amable con extraños es un acto, aunque motivado por un poderoso espíritu de confianza. Dichos actos también construyen una especie de seguro de vida, ya que si alguien habla maliciosamente de ti, tus acciones y tu reputación probarán que esa persona está equivocada.
Poniendo todo en práctica
Vivimos en un mundo asustado y desconfiado o vivimos en un mundo lleno de gente feliz y útil.
¿Cuál es tu visión?
Te reto a creer desde el principio de cualquier relación en la bondad de la gente; y sólo genera sospechas cuando éstas sean provocadas.
Para hacer eso, tienes que preguntarte a ti mismo cuáles son las razones que te hacen desconfiar.
Para cultivar una mentalidad más confiable, adopta un mantra que puedas repetir a lo largo del día, en especial cuando te enfrentas a situaciones que tienden a activar tu desconfianza.
Dí “confío primero”. O “creo en la bondad de la gente”. O “estoy atrayendo a gente honesta”. Y “creo en lo que la gente dice”.
También, recuerda situaciones en las cuales estuviste tentado a desconfiar, sólo para aprender después que la gente involucrada estaba siendo honesta y sí era digna de confianza.
Quédate con esas situaciones como prueba de que puedes confiar en la gente y hacer click para formar relaciones maravillosas.
Factores clave para hacer CLICK
Siempre:
Ten una agenda abierta y honesta que incluya beneficios para la otra persona.
En lo que respecta a otras personas: ve las fortalezas, no las limitaciones.
Busca la forma de hacer que otros reflejen una buena imagen.
Atiende primero las necesidades de otros.
Ten en mente:
Que el gran amor y los grandes logros incluyen un gran riesgo.
No mientas a la gente para alimentar tu ego.
No se trata de ti. Se trata de las personas a tu alrededor, así que deja de querer impresionar al resto. Sé natural y espontáneo.
No lo hagas:
Juzgar a la gente por sus familiares. Ellos no los escogieron. Júzgalos por sus amigos.
Reírte de los sueños de una persona. La gente que no tiene sueños, no tiene mucho.
Asegúrate de:
Respetar a la gente por lo que han hecho.
Siempre agrega valor.
Cuando llegues a la mesa, recuerda ser el primero en ofrecer algo.
Da a la gente toda tu atención, escúchalos pacientemente, sin interrupciones.
Contenido del Curso:
Cómo Relacionarte y Hacer Click con los Demás
Las Tres Variables Para Relacionarte y Hacer Click con Otros
Verdad #1: Sé Auténtico
Verdad #2: Comunícate con el Corazón
Verdad #3: Ama, Sirve, Da y Agrega Valor
Verdad #4: Alimenta tus Relaciones y a Ti Mismo
Verdad #5: Bendícelos y Libéralos
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