En mi último paseo a Primark este vestido con estampado de pájaros se vino conmigo. No se si me recuerda más a una vajilla de La Cartuja, a un mantel de abuelita o unas cortinas. Pero en cualquier caso me parece divertidísimo, y sobre todo cómodo y muy fresquito.
Otra de mis obsesiones de la temporada: las sandalias de Zara, no son todas preciosas? Ya os enseñaré mas, porque desde luego este año es difícil no querer comprarlas todas.