También está el hecho de que jamás ha logrado afinidad con su RB10, el cual se ha mostrado proclive a las averías. El ascenso de Guillaume Roquelin, ingeniero de carrera de Vettel, a un puesto de mayor relevancia dentro de la estructura Red Bull, la inminente desvinculación de Adrian Newey de la dirección técnica de la escudería y el ahorro de los 16 millones de euros, que es el sueldo anual del piloto alemán, son otros elementos de peso para considerar que en Red Bull quieren dejar a Vettel en libertad.
En sus más recientes declaraciones, tras finalizar el Gran Premio de Italia, el piloto manifestó:
"Es frustrante lo que me sucede. Me encanta lo que hago y estoy aquí para ganar. No puedo ser feliz terminando cuarto, quinto o sexto, aunque por desgracia estos son los resultados que puedo aspirar porque la brecha con Mercedes es muy amplia. No logro entender qué sucede, no tengo confianza con el coche, ninguna de las configuraciones me parecen correctas."