A todos los que me invitasteis, gracias, el año que viene intentaré asistir.
Pero que no estuviera, no implica que no pueda dar mi opinión de los asistentes, y como sois muchos los que me pedís que haga de las mías y saque el cuchillo jamonero ( si es que incitáis al bicho), pues a ello voy.
Empiezo por lo fácil, por las que deberían despedir a su estilista, si es que lo tienen, o las que parecen que eligen la ropa así, como rebuscando en los montones del mercadillo de resaca.
Empiezo por los más mataores, no sólo por el look pijamero-tirado del gran Josie (decepcionante querido, que eres del gremio) si no por el color de piel pro-tanorexico de ambos...chicos que tomar el sol es maaaalo y ese color no se lleva naaada. Boris iba bastante correcto, sí, abanico incluído, salvo por los zapatos esos que me recuerdan a los horrorosos "pisamierdas"
Lomana de mi amor...por estupendísima que te veas, hay edades para todo, ahí lo dejo...
A Michelle Jenner, quizá de rodar tanto como Isabel la Católica, se le ha olvidado como se lleva la ropa de este siglo. No me gustó nada, cada cosa de un palo diferente, sólo me quedo con su clutch aunque no le pegue ni con cola.
Y ahora vamos con los aciertos de la noche: EL NEGRO ES EL REY.
Ana de armas iba preciosa, con un LBD y sus Jimmy Choo, iba estupenda, pero el collar ese gigante que parece de sumiller y el pelo bicolor post-playero hacen que se quede con 8 raspaete.
Laura Sáchez de Ocáriz y zapatos de Louboutin me encantó, muy delgada y otra vez con el dichoso pelo bicolor, pero su look, perfecto.
La cantante de Russian Red, debió de pasar un poco de calor con su vestido de terciopelo de Hebig, pero le mereció la pena, vestido negro y zapato rojo: Clacker in love!
Y la ganadora, por ir archipreciosa, bien combinada, sencilla, elegante y moderna es Laura Hayden, de una marca accesible para todas: HOSS Intropía. Me encanta y quiero ese vestido ¡ya!
Cabe decir que muchas de las asistentes anónimas les daban varias vueltas a los que pasaron por la alfombra roja y es que yo creo que de eso va la cosa, de que aunque no nos regalen la ropa ni nos inviten a subir y posar, la moda de verdad ¡la llevamos nosotras!
Besitos que hacen ruidito al andar.