Y cuando volvemos a nuestro particular refugio... Tenemos ganas de realizar cambios... De dejar huella de todo aquello que nuestra mente no quiere olvidar a través de objetos por los que sentiremos siempre un gran apego,
sin prescindir de una enorme sensación de libertad.Adoro las casas impregnadas del perfume de otros lugares e intento hacerme idea de lo que sus propietarios sintieron al buscar el rincón perfecto para colocar esos recuerdos que viajaron cientos de kilómetros en sus maletas...
Y esta casa, se me antoja, bien podría pertenecer a una familia de aventureros, amantes de las estrellas y de otras culturas remotas...¿Os animáis a explorarla con nosotros?
¿Qué sensaciones os despierta Viajar?
¡FELIZ SEMANA!
Fuente: Hus o Hem