Victoria Beckham fue una de las mujeres más fotografiadas durante el torneo de tenis de Wimbledon.
La diseñadora resulta el mejor escaparate para su promocionar su línea de moda y Victoria, consciente de ello, decidió llevar un vestido verde de línea lápiz con escote en uve y rayas horizontales en negro, de su colección de Otoño, 2012, que complementó con botas altas de piel negra y un bolso de cocodrilo a juego, de una edición limitada creada por ella para Selfridges la pasada Navidad, valorado en 11.337 euros y que ha levantado las iras de los defensores de los derechos de los animales, entre ellos PETA.