El mundo está plagado de vidas obsesionadas en vidas ajenas, en logros de terceros; son vidas que no pueden verlo que ellas mismas tienen por delante. Un viejo dicho popular dice: si miras mi éxito, mira también mi sacrificio. Sin ser tan dramáticos pero sí realistas, es necesario reconocer que muchas de las personas que hoy están en un lugar de privilegio han sido constantes, han decidido pagar el precio de trabajar, esforzarse y mejorarse siempre un poco más. Han dedicado tiempo a escuchar a sus mentores, a superarse, a sanar cada emoción que lastimaba su estima y que los detenía en el camino a su sueño. Se trata de personas que no se detuvieron hasta cosechar la recompensa que les correspondía por su siembra. "Si golpeas, se abrirá; Si pides, se te dará; Y si buscas, encontrarás."
Son vidas que se niegan a darle valor a aquellos logros y éxitos que han alcanzado. Se trata de personas que están cegadas ante el valor de sus propias vidas, vidas que poseen sin ser poseídas, sin ser disfrutadas ni explotadas al máximo nivel de gozo y de resultados.
Nadie tiene derecho a compararte. No mires a nadie ni te distraigas, crece todo lo que puedas.No compitas con nadie, no tienes que demostrarle nada a nadie. No tienes que llegar adonde el otro llegó, sólo superar tus logros y tus propios límites "Una demostración de envidia es un insulto a uno mismo."Tampoco tienes obligación de ganar el sueldo que percibe otro, sino de mejorar tus ingresos actuales. No estás obligado a tener el cuerpo de los modelos de turno para ser aceptado, sólo trabaja para poder gozar de una buena salud física y mental.¡Sé la mejor versión de ti mismo!
Fragmento del libro Gente Tóxica de Bernardo StamateasCheca el libro haciendo clic en la imagen....