Si para cualquier acto médico de relevancia la ley exige la firma del documento de consentimiento informado por parte del paciente, en los casos de aborto debería ser aún más imprescindible. Ninguna mujer debería someterse a un aborto sin conocer qué van a hacer con el fruto de sus entrañas.
El vídeo es duro, pero estamos acostumbrados a ver cosas peores por televisión. Quizás lo que más duela sea el hecho de que sepamos que estas imágenes no son efectos especiales, sino la filmación en directo de cómo se destroza a un feto en un aborto. Negarse a verlo sí que puede herir la sensibilidad.