A Maruja F. S.
Vuelve a oír
pasos de su madre
voces que hace tiempo se fueron
y las llama
pregunta por ellas
quiere irse a casa
tubos como venas de crucificado
se descuelgan de las muñecas
y una pinza luminosa está prendida en el lóbulo
la vieille dame
no sabe hablar francés
por todas partes hay
cables y sensores
pantallas que informan de ritmos
presiones
saturación de oxígeno
atada a la silla
en una sala de Réanimation
la mejor tecnología médica
ha hecho presa en su piel blanquísima
de costurera sin dueño
una mano retira
con ternura
mechones de marfil de su frente
tiene en los ojos azul de invierno
y un filo de diamante en el rostro
el enfermero
ha venido otra vez y le ha echado un piropo
mañana
si todo va bien
la bajarán a planta
pero ella ha vuelto a sentir
los pasos de su madre en el corredor
ha oído las voces de quienes hace tiempo se marcharon
y protesta
quiere irse a casa
suele pasar con los viejos
su cuerpo sigue aquí
como una parva
que todos se esfuerzan por hurtar a la trilla
pero ellos
ya no son de este mundo
ninguna pantalla sabe decir
cuánto hace que se han ido.