Villanos en anestesiología (10): el anestesista farsante

Por Lemalpartida

Nuestro villano de hoy, alucinando ser anestesiólogo de trasplantes

Un día, cuando buscábamos información acerca de anestesia para trasplantes, hallamos este extracto del libro Historia de la Medicina Peruana en el Siglo XX, donde se brinda información inexacta acerca del equipo de anestesiólogos partícipes de esa hazaña que fue el primer trasplante hepático en el Perú.

Haga clic para ampliar transcripción de extracto del libro en mención

El Dr. Julio Paredes (jefe de equipo) y los Drs. Flor Gomero, Soraya Oyanguren y Roberto Jáuregui marcaron un hito en la historia de la anestesiología peruana al manejar con maestría la anestesia en el trasplante y contribuyendo decisivamente al éxito de la intervención.
Pero no faltan los farsantes oportunistas que se apropian vilmente de la gloria ajena (al leer el texto, por descarte, nos daremos cuenta quién es el villano). En su momento denunciamos este vergonzoso hecho y, al instante, recibimos los arteros ataques del susodicho villano y sus lacayos. Alegaban (a la par que insultaban) que podía tratarse de un "error de interpretación", que el tipo fue mencionado porque "desempeñaba la jefatura de servicio de anestesiología" o que no sabían que existía esa "equivocación".
El libro "Historia de la Medicina Peruana en el Siglo XX" es muy conocido y utilizado en varias importantes facultades de medicina peruanas en la cátedra de salud pública, así que no era difícil para el "equivocadamente aludido" darse cuenta del error y hacer la rectificación respectiva. Es evidente que hubo intención de engañar. Y eso no es todo.

Nuestro villano de turno, sacando provecho de su pasantía en "logística de trasplantes" en el Jackson Memorial Hospital

Además, el "villano trasplantólogo", no teniendo el perfil de anestesiólogo para trasplantes (miedoso, nervioso, renuente a administrar anestesia pediátrica), haciendo valer sus influencias, logró una pasantía de anestesia para trasplantes en el Jackson Memorial Hospital de Miami, postergando a algún anestesiólogo competente que sí hubiera aprovechado esa capacitación. Como era de esperarse, el villano nunca participó en un trasplante (se muere de pánico) y viajó a los Estados Unidos, por las puras alverjas, a pasear pagado con el dinero de todos los asegurados aportantes.
Cuando denunciamos este segundo hecho alegaron que la pasantía en Miami era para capacitarse en "apoyo logístico" de trasplantes. Entonces revisamos la página web del Jackson Memorial y comprobamos que ninguna de las pasantías en trasplantes tenía que ver con "logística".
¡Qué vergüenza! Por eso nuestra especialidad aún no despega en el país. Por culpa de este tipo de esperpentos.