Un estudio, de la Universidad de Exeter, publicado en Nature Communications, mostro datos precisos
para comprender mejor el momento del nacimiento, al analizar la información
genética de 84.689 niños de 20 cohortes diferentes en ocho países. En un área
pequeña en el cromosoma 2, los investigadores descubrieron una asociación
estadística clara que permitió dividir en tres grupos los niños en términos de
su genética. Los niños del primer grupo nacieron, en promedio, nueve horas
antes que los niños del segundo grupo, quienes nacieron un promedio de nueve
horas antes que los niños del tercer grupo. Esto establecio con gran certeza
que la variación genética en este lugar particular en el genoma fetal tiene un
efecto biológico sobre la duración del embarazo. Esta pequeña área en el
cromosoma 2 es particularmente interesante ya que alberga un grupo de genes de
la llamada familia interleucina-1 que producen citocinas inflamatorias. En los
días y horas previos al parto, se sabe que estas citocinas desempeñan un papel
central en la activación del útero, el desprendimiento y la ruptura de las
membranas fetales, la maduración del cuello uterino y el inicio de las
contracciones. Se necesitan más estudios para comprender los efectos de las
variantes genéticas identificadas y desentrañar los mecanismos moleculares que
conducen a una duración más corta o más larga del embarazo. Tanto el parto
prematuro como el postérmino son perjudiciales para la salud del recién nacido.
Una mejor comprensión de los procesos biológicos que influyen en el momento del
parto puede ayudar a prevenir el parto prematuro o posparto.