Me encanta mirar las portadas antiguas de las revistas, con ellas no sólo se puede observar como ha evolucionado la moda, sino también como lo ha hecho la sociedad, y los roles de la mujer.
Espero que os gusten tanto como a mí!
Feliz Domingo, Besos!
I love looking at vintage magazine covers , with them not only you cansee how fashion has evolved, but also as it has done society and the roles of women.
I hope you like them as much as I do!
Happy Sunday, Kisses!
-MR 73 (2008): Oscuro, más oscuro
La versión final del arquetipo marchaliano: el flic desesperado. Una fábula tenebrosa y terrible, un martirio (automartirio) que solo puede conducir al nihilismo terminal. Louis Schneider miró al abismo hasta que este le devolvió la mirada y se lo tragó. El film es su viaje de vuelta, un viaje épico que solo puede terminar en catarsis violenta. Todo el metraje es hedor de muerte. Por desgracia esta es de esas películas que son mejores cuanto menos cuentan, su personaje central es como un agujero negro que absorbe todo lo demás dejándolo en algo vulgar y sin interés. La historia de la muchacha y el psicópata, los líos entre los departamentos… adornos. Desmesurada y paroxística, con caídas en una esteticismo que ora recuerda a Michael Mann, ora a Tony Scott, Marchal enseña que, quizás le falte personalidad formal y que mejora cuando se acerca al tono ascético de la tradición francesa del polar; todo lo que acompaña a Schneider desde el escalofriante prólogo el autobús mientras Leonard Cohen canta en “Me adentré en una avalancha que cubrió mi alma”.-
De la comisaria a la televisión. Papeles secundarios, algunas películas y multitud de guiones para polars televisivos. Una escuela. Como sus personajes es un profesional. Da igual el lado de la ley. Los que traicionan el oficio traicionan el código. En Asuntos Pendientes, el comisario Klein recibe una advertencia: entre los maleantes, los tipos como él acaban tirados en un parking con tres tiros en la cabeza. Vrinks, el flic honorable, le ofrece una salida digna poniéndole una pistola en la mano. En Les Lyonnais el duelo final se dirime igual, aunque el resultado es distinto. Hay más honor entre ladrones, parece decir Marchal.
Lo primero que golpea de su cine, imperfecto, brusco y poético a un tiempo, son esos rostros de policías. Si no hay policías de ficción más policías que los franceses, entonces los de Marchal alcanzan el grado cero de la autenticidad. Y así y todo son figuras estilizadas en sus gabardinas de cuero negro. Cuervos en la ciudad.
-Asuntos pendientes (2004): Los policías y los otros
Todavía hoy mi favorita suya. Un polar sin excusas, sórdido y lírico, sobre el enfrentamiento a muerte entre dos policías, diferenciados no por su honestidad/corrupción sino por el grado de honorabilidad; altísimo en el caso del personaje de Auteuil, nula en el de Depardieu. Film de estirpe, adicto a la línea fatalista y viril del policial francés al cual prorroga con honestidad y nervio. Aquí están elementos claves como el sentido de la lealtad y el elogio al profesional (métodos aparte) que lo conecta al universo de José Giovanni. Como en Giovanni que venía del crimen, se nota que Marchal fue policía el mismo en la autenticidad de tipos y psicologías, perfectamente plasmados en un reparto (de rostros, de cuertpos) soberbio. De ritmo, métrica y formalización implacable en sus dos primeros tercios se vuelve retórica en el último, un defecto este extensible a todo el cine de su, por otra parte, admirable creador.-
Alejado estéticamente de los flics, Les Lyonnais resulta su film más luminoso, al menos el más diurno, y el primero que mira un pasado histórico-político. Momon Vidal, que vive en la actualidad, comenzó sus correrías profesionales, se nos cuenta, dentro de los grupos organizados entorno al S.A.C, el siniestro Servicio de Acción Cívica. La guerra sucia gubernamental. La misma estrategia de la tensión empleada en Italia, donde poco tiempo después la banda de la Magliana era usada como ariete terrorista. Años de plomo por toda Europa.
En uno de los numerosos flashback de la película Vidal recuerda como su padre le explicó las tres reglas para ser en un hombre: la decencia, hablar poco y seguir tu camino. En eso también se parece a Giovanni. Los vínculos masculinos, esa intensa virilidad que bien puede decirse ha recuperado para el cine de género francés, europeo incluso, son la entraña de su obra. Hombres decentes contra hombres indecentes; todos violentos, todos marcados.
-Gangsters (2002): Los peores de nosotros
Contando la historia de una pareja de agentes infiltrados que son detenidos tras un violento atraco del cual son cómplices otros policías, Avisando de logros posteriores. Marchal combina experiencias formativas: su antiguo oficio de policía y su experiencia como actor y guionista en series de televisión. De la primera la captación cruda de la mentalidad, tipología (El rostro-caracterización de Richard Anconina, los gabanes negros distintivos de sus, estilizadas pese al realismo, ficciones) y ambiente policial, ayudado por un soberbio grupo de característicos pronto recurrentes; de la segunda el oficio para construir el relato y la dramaturgia, pronto también mucho más ambiciosa, sin perder esa autenticidad y esa sordidez desesperada de fondo. En conjunto agradable de ver no pretende otra cosa que ser un polar de bajo presupuesto, digno y sólido, aunque está lastrado por una serie de aspectos, precisamente, televisivos; donde el menor supone su puesta en escena más anodina que sobria -aunque atenta al detalle y con algunos momentos de montaje (el interrogatorio paralelo) de mérito-, y el mayor un exceso de diálogo, también desaparecido de inmediato de su cine, más bien espartano en ese aspecto. -