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La Habana, noviembre.- (SEMlac) Aumentar el conocimiento y la sensibilidad de cineastas y profesionales del audiovisual en torno a los temas de género puede ser un camino para disminuir las representaciones sexistas, estereotipadas y violentas que abundan en la pequeña y la gran pantalla.
En ello concordaron especialistas, realizadores y realizadoras durante un conversatorio sobre género y violencia celebrado el pasado viernes 18 de noviembre en la Facultad de Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) del Instituto Superior de Arte (ISA) con estudiantes y egresados de ese centro de estudios, pertenecientes a diferentes especialidades cinematográficas.
Durante el encuentro, organizado por la profesora Danae C. Diéguez, también coordinadora del Proyecto Género y Cultura del Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero, se presentó un proyecto de ambas instituciones para colaborar en la producción de materiales enfocados en la equidad entre los géneros y realizados por estudiantes de esa facultad.
Diéguez explicó a SEMlac que OAR acompañará un proyecto de estudiantes de FAMCA que tribute a los temas de género y violencia a partir de una convocatoria que se emitirá en enero, con vistas a participar en un taller donde se impartirán nociones fundamentales de la teoría de género y serán seleccionados trabajos cuya producción contará con el acompañamiento de OAR.
El audiovisual tiene un impacto inmediato en las audiencias, opinó la sicóloga Maité Diaz, especialista de OAR. Aunque no puede cambiar a las personas o al mundo, hace que los seres humanos se detengan a reflexionar en un fenómeno que afecta a todos, continuó la estudiosa de las masculinidades.
Por tanto, debe tenerse presente que cuando se habla de violencia de género no solo se refiere a la ejercida contra las mujeres, aunque históricamente han sido y son ellas las más afectadas, sino que implica un sistema de jerarquías y relaciones de poder patriarcal que puede afectar a los varones. También es violencia de género, explicó Hernández, la de los hombres contra otros hombres, o la que ejercen ellos contra sí mismos.
Para Diéguez, se necesita buscar una representación de la violencia de género en los audiovisuales que vaya más allá del reflejo acrítico y articule un punto de vista capaz de reaccionar contra las inequidades.
“Es necesario lograr una eticidad (cualidad de lo ético) en la representación, lo cual no significa hacer concesiones artísticas. Si queremos construir un contra-discurso distinto del que abunda en nuestros medios, debe partir del punto de vista de quien realiza, y por eso es tan importante que los y las artistas tengan herramientas, conocimientos y sepan lo que quieren. Cuando pasa por el compromiso personal, no tiene por qué convertirse en panfleto”, confirmó la especialista en género y cine.
Ernesto Pérez Zambrano, realizador de varios documentales, acentuó la necesidad de comprender la injusticia que entraña el orden patriarcal y reiteró su compromiso con la equidad entre los géneros como una de las premisas para encarar su obra, sea o no explícitamente sobre estos temas.
Para Marilyn Solaya, directora entre otros documentales de En el cuerpo equivocado, sobre la primera persona transexual operada en Cuba, es esencial la preparación que debe tener todo profesional de la comunicación. “Hay que saber de lo que se está hablando para no transmitir una idea errada de la violencia”, refirió
No bastan las estadísticas ni las investigaciones frías, continuó la cineasta, si no se entiende que la violencia de género es un fenómeno que implica relaciones de poder entre los seres humanos. “El enfoque tiene que partir de cómo se tratan a ese hombre, a esa mujer y a esa familia de la que uno está hablando. Cómo se cambia a esas personas en el proceso, porque si el autor o autora no llega a tener esa conciencia de género, puede seguir perjudicando” con su mensaje.
Según Diéguez, la equidad de género se ha trabajado de manera subyacente y atomizada, pero no ha dejado de aparecer en las obras audiovisuales de la más joven generación. “De manera consecuente, una estrategia que vaya en camino a la formación de los y las realizadoras ayudará a que los productos del futuro aboguen por el tratamiento de estos asuntos con un punto de vista más responsable”, reafirmó la profesora de FAMCA.